El reconocido productor Nico Cotton charló con Indie Club sobre sus primeros acercamientos con la música, su trabajo en la serie El reino de Netflix, y algunas anécdotas épicas con artistas claves de la escena.
“Participar en una serie de tal magnitud era como jugar en primera”, cuenta Nico Cotton sobre su importante rol en la producción y composición de la música para la serie El reino de la plataforma Netflix. Desde hace unos años, el productor, ingeniero de mezcla y compositor argentino, marca tendencia con sus destacados trabajos para proyectos claves como por ejemplo Wos, Louta, Conociendo Rusia, Juan Ingaramo, Chita, Nicki Nicole, Zoe Gotusso y muchos más.
Tres nominaciones a los premios Latin Grammy y veinte en los Carlos Gardel (incluyendo una estatuilla de oro) dan cuenta de que la propuesta para aportar su talento en la música de la serie no fue por pura casualidad. Sin embargo, Cotton confiesa que vivió ese momento con total sorpresa: “Me mandaron un mensajito que decía ‘hola Nico, mi nombre es tal, estamos haciendo una serie para Netflix y nos gustaría juntarnos con vos para que hagas la música’ y lo primero que pensé es que se habían confundido de Nico”.
Un tamborcito de plástico como regalo en su niñez, los instrumentos que lo rodeaban en su casa desde pequeño y una computadora que ganó en un concurso de TV le hicieron dar cuenta de su pasión por cantar, componer y grabar desde muy corta edad. “Grababa en cassette mientras tocaba la batería y cantaba las canciones de El Rey León”, dice.
Sus inicios en la música, sus objetivos como productor, entretenidas anécdotas con Louta, Conociendo Rusia y Zoe Gotusso, cómo surgió la canción “Mi tumba”, que terminó siendo la cortina de una producción de Netflix, y su mirada de la actual escena musical de Argentina, en esta charla de Nico Cotton con Indie Club.
¿Te acordás de cómo fueron tus primeros acercamientos con la música? ¿En qué momento te inclinaste por la producción?
Hay un video familiar en VHS cuando yo tenía un año de edad en el que estoy re contento con un tamborcito de plástico re choto que me habían regalado. Cuando vi esa grabación entendí que desde muy chiquito me interesaba la música. Además, mi viejo volvió a hacer música cuando nací así que en casa siempre había un teclado o una guitarra con los que me la pasaba jugando. Recuerdo que tenía un minicomponente y usaba un cassette para grabar las canciones de El Rey León que yo mismo cantaba.
Luego estudié batería, gané una computadora en un programa de televisión y empecé a componer canciones y grabarlas. También toqué la bata en la banda de rock MAM, de Oscar Mollo, y había mucha mística porque siendo adolescente pisé escenarios como El Ateneo o el Festival Cosquín Rock. En paralelo a todo eso, empecé a componer, a hacer mi propia música, tocar instrumentos y tratar hacer sonar todo lo más parecido a un disco.
¿Cómo te llegó la propuesta para encargarte de la música de El reino de Netflix?
Me mandaron un mensajito mientras estaba manejando. Decía “Hola Nico, mi nombre es tal. Estamos haciendo una serie para Netflix y nos gustaría juntarnos con vos para que hagas la música”. Lo primero que pensé es que se habían confundido de Nico, porque yo nunca había hecho ese trabajo. Me junté con ellos y me explicaron que estaban buscando a alguien de otro palo. Habían escuchado mis trabajos y les interesó. Así empezó ese camino que duró casi año y medio, con pandemia de por medio. Soy fan de las series y de las pelis, poder participar en una serie de tal magnitud era como jugar en primera. Fue pura experimentación y aprendizaje, porque si bien es un mundo musical, tiene condimentos que fueron totalmente nuevos para mí.
La cortina de la serie es “Sobre mi tumba” con la voz de Cazzu, ¿cómo nace esa participación?
A Cazzu la elegí yo, pero no fue planeado para la serie. Nos habíamos juntado a componer una canción para ella, después de unos días la volví a escuchar y dije: “esto tiene que ser para la canción principal de El reino”. Cuando se la mostré a producción quedaron flasheados porque les gustó mucho. Después de eso me tocó el laburo de convencerla a Cazzu y se re copó.
También trabajaste para la serie Días de gallos de HBO, otra plataforma mega conocida de streaming. Si pudieras soñar aún más en grande, ¿qué artista nacional o internacional anhelas producir?
Me gustaría seguir produciendo a Cazzu porque es una gran música con mucho potencial, y también me fascinan un montón más de artistas. Si sueño sin límites, me encantaría producir a Paul McCartney, pero sabemos que eso no va a suceder nunca. A veces soñar es gratis (risas).
Se podría decir que en tu CV hay una lista increíble de artistas que produjiste. ¿Con cuáles sentís que conectás y aprendés más?
De cada uno me llevo algo y eso es lo más lindo de mi trabajo. Aprendo un montón de todos, y para darte un ejemplo, me gusta mucho trabajar con Conociendo Rusia porque es un proyecto que va por el lado de la canción y conecta de otra manera. También Juan Ingaramo porque tenemos una química muy profunda a nivel musical y personal. Cuando laburé con Wos, él recién empezaba a hacer temas propios y haber vivido ese proceso estuvo muy bueno y nutritivo.
Nombrabas a Wos y pienso en “Púrpura”, canción que produjiste y que es furor. En la previa, ¿te imaginabas lo que iba a significar ese tema o ni pensaste en la repercusión que tuvo luego?
No lo pensaba ni ahí. Cuando salió “Púrpura” no podía creer el revuelo que tuvo y que sigue teniendo. En ese momento de estar produciéndolo no medimos lo que iba a pasar. Al ser uno de sus primeros temas como solista, la gente lo valora mucho y no la veía venir. No tengo un talento muy grande en decir “esto va a ser un hit”.
Entonces, ¿al momento de producir no pensás en crear un hit? ¿Cuál es tu principal objetivo como productor?
No pienso en un hit, pienso en emocionar al artista, que la música esté buena, que nos emocione y nos cebe al momento de estar trabajándolo y después de terminarlo. Ese es mi objetivo, que se arme algo en el aire que nos entusiasme a lanzar ese tema. No estamos pensando mucho en cuántas reproducciones va a tener o si va a sonar en la radio. Trato de conectar con la canción y que me emocione a mí. Si después emociona a la gente, buenísimo, y si no también.
Hace un año salía “USH” de Louta, canción que grabó en un día y que compartió el minuto a minuto a modo de reality en sus historias de Instagram. Desde tu lado, ¿cómo fue esa experiencia?
¡Fue una locura! Jaime tiene una visión extremadamente disruptiva, hace lo que quiere, y eso es muy valioso para un artista. Él subió una historia a Instagram diciendo que quería sacar una canción en un día. En joda le respondí: “dale, venite para el estudio” y me contestó: “dale, voy”. No lo podía creer, era un día de semana a las once de la noche y yo estaba bastante quemado, le aclaré que era en chiste y que no podía más y me dijo: “dale, vamos a hacerla, dale que vos llegas”. Claramente le dije que sí, alquilamos un estudio porque no podíamos hacer mucho ruido en mi casa, y empezamos a hacer la canción de cero. Armamos la letra, la música y hasta hice la mezcla ese mismo día.
Imaginate la manija que tenía este señor que terminé el tema, se lo pasé por Whatsapp y fue a filmar el videoclip. Fue una locura muy divertida. Jaime llevó mucho chocolate para mantenernos despiertos. Hace poco volví a escuchar “USH” y tiene esa sensación de lo crudo, lo instantáneo. Está bueno porque tiene esa suciedad que me gusta y suena despojada.
¿Una anécdota que recuerdes con Conociendo Rusia?
Con ellos siempre me queda la sensación de estar estallándonos de risa todo el tiempo. Guille Salort es un show, no para de hacer chistes y tirar frases que después se hacen hits. Hace poco cuando terminamos de grabar el disco, nos fuimos a la casa de Guille a jugar al FIFA en la Playstation. El primer partido se lo gané muy bien y se quería matar. Accedí a la revancha y fue lo peor que pude haber cometido: me ganó cinco a cero. Después no pude ganar más, me sacaron la ficha de cómo jugaba y me ganaron todos (risas).
¿Y con Zoe Gotusso? Cuando hicieron “Monoambiente”…
Fue bastante express. Me mostró la canción con guitarra y voz y en ese momento me abrió la puerta para que yo haga lo que quiera. Hicimos una versión que es la que quedó, un híbrido que no es reggaeton ni tampoco una balada. Le tengo mucho cariño a “Monoambiente” por el resultado final, y Zoe es lo más.
Imagino que te deben llegar varias propuestas para trabajar con vos, ¿cómo es el filtro para decir esto sí lo trabajo o esto no?
Mi primer filtro es Cami, mi mánager. Ella recibe todo y es la que a veces me dice que escuche algo porque está bueno. Después también tengo la experiencia de cuando escuchás una canción y te das cuenta ya a los 20 segundos de si la canción está buena o no. Recibo muchísimo material y trato de escuchar todo, se me hace fácil darme cuenta si me gusta porque también pasa por algo a nivel energético.
¿Cómo ves la escena actual de la música argentina?
La veo muy bien porque hay mucha variedad y calidad musical, hay para todos los gustos. Hay un montón de artistas nuevos que la rompen y que tienen data súper nueva que está muy piola. Hay una nueva generación de artistas con una calidad muy elevada que nos hacen quedar muy bien con el mundo. La música es una sola, a los pibes y las pibas no les interesa si algo es rock o pop; escuchan y fin.