
El Kuelgue cerró el año con un banquete onírico en el C Art Media
El Kuelgue eligió un show íntimo en Chacarita para cerrar el 2025. Hubo festejo por los diez años de Cariño Reptil, recorrido por hits y un clima de cercanía constante con el público. El cierre funcionó como despedida del año y como un adelanto de lo que la banda empieza a proyectar para el 2026.
Tras agotar dos Movistar Arena y realizar una gira por todo el país, la banda eligió este oasis de Chacarita para un cierre íntimo, lleno de complicidad y hits que reafirmaron su lugar único en la escena. El venue se transformó en una escena onírica, con la atmósfera de un baile de castillo antiguo: candelabros brillantes, cortinas voluptuosas y sillones dispuestos como en una ficción histórica. Mientras tanto, Los Wiggers abrieron la noche y público empezaba a disfrutar del show.
El arranque fue inmediato: “Ir derecho”, “Hola precioso” y “Chiste” encendieron el C Art Media con esa energía inconfundible que caracteriza a El Kuelgue. Cariño Reptil celebró los diez años del álbum con “La fama”, “Ayer real” y “Por ahora”, una secuencia que se vivió a puro disfrute. La banda siguió con “Bossa people”, “Carta para no llorar”, con La Valenti como invitada sorpresa. Seguidos por “Natación” y “Vos y la mancha”, haciendo un recorrido por su discografía que capturó la esencia de su sonido más puro.

Cumbia Club hizo su aparición en el escenario con “Circunvalación” y un cover de “Amores como el nuestro”, que fue muy bien acompañado por la gente bailando y cantando. El Kuelgue siguió la noche con su cover de “Mil horas” de Los Abuelos de la Nada: un momento de comunión absoluta.
El bloque acústico, con “En tanto y cuanto” y “Parque acuático”, bajó el voltaje pero sin perder intensidad. El público supo disfrutar del momento íntimo con la banda coreando y dejando que la tranquilidad de las canciones los acompañe por un rato. Así cómo hubo momentos tranquilos, también hubo momentos dónde el humor tan característico de la banda se hizo presente. Santi Martínez y Julián Kartún mantienen esa complicidad con su público desde años y entre canción y canción, hicieron de las suyas.

El estreno en vivo de “Barry lindo” fue uno de los momentos más destacados, con la escenografía de época enmarcando perfectamente la canción. “Díganselo” cerró ese tramo con los tan característicos juegos de luces que siempre acompañan los shows de la banda.
El remate aceleró con “Peluquita”, “Sinoca”, “Avenidas”, el infaltable momento de Monkey dejando el aire cargado de sudor y euforia para darle cierre a la noche con “La curva”. No fue solo un cierre de año: fue también un gesto de anticipo. Entre la intimidad cuidada y la ambición escénica, El Kuelgue dejó entrever un 2026 que promete expansión, nuevas búsquedas y la misma inquietud que los distingue. Un final que funcionó como celebración, pero también como prólogo de lo que está por venir.
