Cachorro López viene encabezando un proyecto que reversiona todos los clásicos de Los Abuelos de la Nada con artistas de la nueva generación y esta vez fue el turno de Bandalos Chinos con “Costumbres argentinas”.
La banda argentina Bandalos Chinos logró una gran reinterpretación de “Costumbres argentinas”, uno de los himnos del rock nacional, originalmente interpretado por Los Abuelos de la Nada. Esta nueva versión, producida por Cachorro López, logra refrescar la canción sin desvirtuar su esencia y hacer una versión propia muy a la altura.
La voz de Goyo Degano, vocalista de Bandalos Chinos, le da un matiz contemporáneo y energético a la canción, mientras que los arreglos musicales mantienen la estructura icónica del tema, respetando la melodía y los acordes que la hicieron famosa. Una de las cosas que hacen especial a este cover es que se trata de la primera grabación de estudio de “Costumbres argentinas”, ya que la original de Los Abuelos de la Nada está grabada en vivo. Esta versión de estudio tiene una producción más pulida y detallada, donde cada instrumento encuentra su espacio.
Bandalos Chinos supo encontrar un punto de equilibrio entre la nostalgia y la innovación. La banda preservó los elementos característicos de la canción original, pero sin dejar de incorporar, arreglos modernos y sofisticados, respaldados por una producción impecable que ofrece un sonido claro y definido. El videoclip, dirigido por Belén Asad, acompaña el lanzamiento y complementa la propuesta musical con imágenes que evocan la identidad argentina y lleno de guiños y referencias a otras épocas, una especie de viaje en el tiempo a los ochenta.
Si bien la versión de Bandalos Chinos es algo más moderno y con una impronta mucho más rock indie, se caracteriza por su respeto al legado de Los Abuelos de la Nada. La reinterpretación funciona como un homenaje a una canción que marcó a varias generaciones, al mismo tiempo que invita a la construcción de nuevas narrativas musicales. Esta nueva versión de “Costumbres Argentinas” es la prueba de la capacidad que tienen los clásicos para reinventarse sin perder su esencia, y de poder ver el a la música como un puente que cruza todas las líneas temporales.