Babeblade presentó su segundo álbum de estudio, El cielo es un lugar hostil, para un Niceto Club explotado de gente.
La artista fueguina/porteña Babeblade llevó al ya mítico Niceto Club su último disco, El cielo es un lugar hostil (2024). Después de varios años de singles y Llorar en un baño público (2022), Babeblade decidió dar el salto y llevar su proyecto a una de las salas más emblemáticas de la escena under por primera vez. En una presentación deslumbrante, el debut de su segundo disco halló un enorme recibimiento de parte del público.
Con la participación de varios artistas invitados como Odd Mami, que acaba de lanzar su último disco Donde van los perros o Guacho Bleu con su flamanta EP Gaúcho2 (2024), la noche fue una fiesta en todos los sentidos. Así, la primera interpretación en vivo de El cielo es un lugar hostil quedó para la posteridad.
Babel
El cielo es un lugar hostil no es otra cosa que la exploración de Babeblade por la identidad en medio de tantas incertidumbres. El disco recorre con gracia desde el pop hasta la balada y logra tocar el punk en sus espacios más oscuros. En esta multiplicidad de estilos se revela una pugna por encontrar un espacio que se sienta propio y las letras hacen eco de esta búsqueda. En este sentido, la presentación en vivo no se quedó atrás. Pudiendo captar sobre el escenario los puntos más altos del álbum así como las tristezas más bajas, Babeblade se demostró una capaz de poner el cuerpo para ambos extremos.
En una presentación que aprovechó los espacios de Niceto Club, cantó tanto sobre el escenario como en el campo y la platea. Acompañada por un séquito de bailarinas que replicaban esa estética arabesca, Babeblade llevó el show a todos los rincones y hizo al público sentirse parte. Hacia el final, incluso, sorprendió apareciéndose en el medio de la multitud montada sobre un arca para interpretar el cierre del álbum en pleno campo.
Los artistas invitados pusieron también lo suyo para terminar de cerrar el ambiente festivo. Tanto Odd Mami como Guacho Bleu se subieron al escenario para cantar y bailar una de tantas coreografías que tenía preparada la artista para la noche.
El cielo es un lugar hostil
Tampoco faltaron temas previos de su discografía para sumarse a la presentación de los nuevos. Así, el público coreó los mejores temas de Llorar en el baño como “Cortar las flores” o “Sola otra vez” con la misma efervescencia que “El que se queda” o “Margaritas”. Así, sumando todo, Babeblade logró un show como pocos. Entre los invitados, la puesta en escena, coreografías y cambio de vestuarios, El cielo es un lugar hostil tuvo un más que digno debut.
El resultado no es otro que lograr trasponer esa búsqueda que tiene el álbum al show en vivo, que no es poca cosa. Esa búsqueda desesperada por el paraíso perdido con que insiste el disco se replicó sobre el escenario y entre la gente y, al menos por un rato, se pudo vivir con la misma intensidad que la misma Babeblade.