
Babasonicos reconfirmó su lugar en el panteón del rock argentino con su show en Ferro
En la primera de las dos fechas en Caballito, la banda repasó su discografía sin nostalgia y presentó en vivo dos canciones de Cuerpos, Vol. 1, su último disco.
La última vez que Babasonicos había tocado en Ferro había ocurrido en 2004, en el marco del Quilmes Rock, presentando Infame (2003). La banda atravesaba su mejor momento, convirtiéndose en mainstream y dejando clásicos transgeneracionales. Veintiún años después, los liderados por Adrián Dargelos podrían vivir de la llama de aquella época, pero, con el vanguardismo como bandera, siguieron evolucionando, forjando nuevos himnos y tallando su nombre en el panteón del rock argentino.
Si bien hace solo unos días que lanzaron Cuerpos, Vol. 1, el show de Babasonicos en Ferro fue un repaso por su extensa discografía y sólo tuvo dos canciones de su último lanzamiento. A las 21:15hs, “Advertencia” mostraba la última faceta de la banda, donde se mete todavía más en los sonidos sintetizados sin dejar esa arrogancia sensual que los caracteriza.
Con un look brillante que reflejaba todas las luces, Dargelos continuó cantando “Paradoja” y “Mimos son mimos” hasta que se presentó ante un estadio colmado: “¡Buenas noches!”, y siguió con canciones de Trinchera (2022) y Discutible (2019), de los últimos discos del grupo.

Las pantallas en blanco y negro y las luces, que de tan blanco cegaban, marcaban el mismo monocromatismo de Cuerpos, Vol. 1 y de la estética de hoy en día, algo que Babasonicos siempre tuvo en cuenta a la hora de componer y lanzar nueva música. El primer quiebre de color llegó en “Los calientes”, el opening lascivo de Jessico, donde el fuego iluminaba el escenario y las pantallas empezaron encenderse de tonos cálidos.
Cerca de la mitad del show apareció Carca, quien está atravesando un problema grave de salud, pero aun así se dio el lujo de tocar cuatro temas al hilo: “Vampi”, “El loco”, “La lanza” y “Bye bye”. Al bajarse, otro poker de hits continuaba la noche en Ferro: “Como eran las cosas”, “¿Y qué?”, “Carismático” y “Yegua”.

Dargelos bajó hacia la valla para cantar bien de cerca “Putita”, otro clásico de la banda. Tan clásico que, en las pantallas, se pudo ver a una de las personas de seguridad cantando el estribillo por lo bajo mientras sostenían al cantante gritando “Ya sé / que el camino a la fama / no significa nada / si no hay una misión”.
“Desfachatados” e “Irresponsables” pusieron la cuota mexicana-desértica y, con un cambio tímbrico rotundo, el final antes de los bises fue con el hipnótico “La pregunta”. “A veces me echan de mi propia casa / una hora antes que me lo merezca”, Adrián Dargelos, un especialista en clavar primeras líneas memorables.
El cierre final fue con “La izquierda de la noche” y “El colmo”, que dejaron a todo el estadio de Ferro (y a los vecinos de los edificios aledaños) pidiendo por más. Si bien ya no quedaban dudas de la importancia de Babasonicos en el rock argentino, noches como la de ayer ratifican la historia de la banda y premian su inagotable búsqueda por nuevos sonidos.
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