Con un recorrido musical que abarcó los más de diez años de trayectoria, y con la presentación de su sexto y último álbum de estudio, el dúo tuvo una noche de ensueño en el show más ambicioso de su carrera.
Un plan sin edades que invita a los primeros, y también a los recientes. Al observar el público que se acercaba al gran espacio del Complejo C Art Media, era inevitable ver la variedad de grupos que se sumaban a disfrutar el show más grande de Ainda. Los padres con sus hijas; las parejas jóvenes; como los adultos y adolescentes que esperaban durante la previa reflejaban esa diversidad que la banda logró construir a partir de tantos años de carrera; y que, especialmente esa noche, los acompañaría con su canto y entusiasmo.
Si bien la propuesta principal tenía a Fuimos los dos en el centro del repertorio, con la presencia de una orquesta de vientos y cuerdas que armonizó y ambientó cada nota y pasaje de las canciones, el show ofreció un recorrido por las distintas etapas que el dúo atravesó. Así, con un juego de luces intermitentes que introdujo la obertura instrumental, las primeras notas de “No es amor” generaron los aplausos de bienvenida, que luego seguirán con “Algo en tu mirada”, “Tu soledad y la mía”, “Todo el día”, “Menos sueña”, “Éramos lo más” e “Infinito”. Algunos finales de esa primera parta, recordaban la enorme influencia sinfónica de Sir Paul McCartney que el álbum bien logró incluir.

El acompañamiento del público continuaría cuando Los Malamados -únicos invitados de la noche, quienes previamente habían abierto el show- se sumaran para la bossa “El día después”. Así, el formato banda tendría su primera interrupción cuando Yago y Esmeralda tomaron la pasarela para ellos y, como es habitual en sus conciertos, comenzaran un enganchado que hizo cantar a los primeros, pero también a los recientes. Desde la gran versión de “Recuerdos de Yparacaí”, pasando por “Un día más” y “Te quiero mucho”, entre más canciones, toda la atención (y también la emoción) se enfocó en el dúo. A través de los fragmentos de sus canciones, lo que transcurrían no eran los minutos, sino su historia: desde sus comienzos, hasta aquel momento actual que estaban disfrutando. Seguidamente, la dupla volvió a incorporarse para cerrar una primera parte de la noche con “Lo importante”.
Los minutos que continuaron fueron de la orquesta. Con las influencias que también caracterizaron las ambientaciones de su último álbum, pero también incorporando algo de distorsión y groove, el interludio instrumental dio una pausa para que el dúo posteriormente se incorporará. Con nueva indumentaria, brillante y renovada, el repertorio siguió con algunos hits que siempre acompañan, pero que en este caso la orquesta potenció como “Kilómetros”, “El equilibrio”, “No te alejes” y “Maremagnum”; para que, una primera despedida y agradecimiento sucedería con “Primavera”.

De regreso en el escenario para empezar la última parte del show, el repertorio tendría otra sorpresa: una versión de la icónica canción de Sui Generis “Canción para mi muerte”. De repente, un pequeño homenaje del público y la banda, que sumó los arreglos de Luna Sujatovich, a una de las canciones fundacionales de nuestra cultura musical. Aprovechando la participación del público, una versión de “Adiós” fue la anticipación de que quedaban pocos minutos, y por eso había que disfrutarlos. Dividiendo en dos partes al coro, la banda cerró su show con una gran versión de “El mundo gusta de vos” para que, acto seguido, los aplausos y el saludo final fueran la despedida.
Algunas noches quedan especialmente recordadas por aquello que representaron. Sin duda, Ainda la tuvo en el C Art Media. Con un público alegre que celebró cada canción, y cantó cada estribillo, pero también con una propuesta más arriesgada arriba del escenario, el dúo tuvo su show más importante; uno que, para quienes asistieron, quedará recordado en los años que sigan.
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