Chechi de Marcos entrevista

Chechi de Marcos: “En el disco soy una especie de ángel roto que busca encontrar la luz”

En una charla con Indie Club, la artista contó el proceso de El ángel que soy, la exposición que tiene al ser transparente y sincera en sus letras, y cómo la espiritualidad puede atravesar todo su trabajo.


Chechi de Marcos decidió que 2025 sea su año y con El ángel que soy, su segundo disco de estudio y sucesor de Cecilia, confirmó que hay un gran lugar en la industria esperándola para que brille con su peso propio. De la mano de Matu Cella y Luca Bocci, la artista lanzó un disco sólido, con un sonido limpio y que muestra que todavía hay innovación en la escena indie actual.

Por eso, en una charla con Indie Club, de Marcos contó cuánto le llevó el proceso de su segundo álbum, la búsqueda por consolidar un sonido propio y la utilización de la imagen del ángel como un norte para mostrarse tal cual es, atravesada por una fuerte búsqueda espiritual.


– Entre el proceso y que lo tenías ya preparado ¿Cuánto tiempo estuviste con El ángel que soy antes de lanzarlo? 

Entre que empecé a escribirlo, habrán sido dos años. Hubo un año que justo había sacado un disco en el 2022, Cecilia, entonces al año siguiente todavía no me caía ninguna idea. A partir del 2023 empecé a escribir y ahí estuve un año poniéndome a hacer los temas hasta que empezamos a grabar, y después entre que grabábamos y se sumaron un par de temas más, se terminó extendiendo un poco más. 

– Hablando de Cecilia, ¿qué saltos sentís que pegaste del primer al segundo disco? También hubo un cambio de década en tu edad y no sé si eso influye. 

No sé si hubo algo que cambió. Obviamente cambiaron un montón de cosas en mí. Son distintas etapas de mi vida, que son distintos momentos de distintas personas, estaba de novia antes con otra persona, y después cambió mucho la vida en estos tres años. Pero sí veo un cambio, estoy un poco más instaurada dentro de la escena, ya me armé una especie de público. Ya cuando saqué el disco fue distinto: en el otro fue como remarla mucho más porque no me conocía nadie y de repente era más una sorpresa. Ahora es algo que ya estabas esperando y eso estuvo bueno. Además, creo que desde la producción y desde los temas cambió todo. No siento que haya madurado demasiado la verdad, musicalmente se mantiene un poco siempre lo mismo, pero no deja de ser una nueva etapa de mi vida.

– Te vengo escuchando desde Antes (de florecer) (2020) y algo que me gustó de este disco es esa nostalgia al sonido generacional que tuvo la escena indie entre 2015 y 2018. ¿Te gusta mantenerte en esa línea o te gustaría pegar un volantazo como muchos están haciendo hacia el rock nacional? 

Es lo que a mí me gusta, lo que me es natural. En general trato de siempre hacer lo que me es natural y no forzarlo tanto. No es que no me guste el rock nacional, pero siento que también hay un montón de cosas como por explorar todavía: mantenerme en un género sin aportarle nada me parece aburrido, prefiero hacer algo que se acomode un poco a la modernidad, ni siquiera tanto a la “modernidad” porque también tiene elementos re vintage.

Pero siento como algo un poco más no tan evidente, como “esto es rock nacional”. Quizás darle mi propia impronta a eso, porque no siento que no sea nacional, pero sí quizás tiene como un sello más personal que yo siempre intento mantener, porque siento que es la razón por la cual lo hago. Si no, no le encuentro en mucho sentido a hacer algo que ya hace alguien más.  

– ¿Por qué elegiste la imagen del ángel para representarte? 

La elegí porque es un ángel medio de las tinieblas. Te diría que está ahí en ese cuarto oscuro. Siento que soy una persona que tengo una mirada positiva y me enfoco mucho en intentar vivir bien y a la vez también siento que tengo un corazón medio roto. No es que quiero hablar del ángel como si yo fuese perfecta y buena, sino como un ser luminoso que intenta dejar una huella positiva en el mundo y que tiene una capacidad enorme para amar. Que quizás es idealista y busca siempre el bien, pero que el mundo es difícil y que por eso también ese ángel es como una especie de ángel roto que está intentando encontrar la luz. Y eso es un poco lo que me pasa a mí. Por eso también me parecía que no era un ángel blanco, pulcro, sino como un ángel que vivió y que vio también el lado B de la vida y que es consciente de eso. Yo siento que todavía estoy en mi etapa de la vida donde todavía estoy en ese lugar, intentando salir, pero viendo todavía un poco todo desde ese cuarto oscuro con la mirada en la luz.

– Hablando de la imagen del ángel, vos venís de familia católica, ¿esa etapa de tu vida sigue atravesando tu música? 

Sí, a mí me atravesó mucho la religión, imaginate que mi mamá es catequista, pero porque en un momento fue una contención muy grande que yo tuve donde estaba quizás mal. También fue una especie de búsqueda de salvación, de alguien que me saque de algo o de pedirle algo imposible a la religión. En realidad la vida es “somos todos humanos y aunque vos le rezás a Dios, si te pegan un tiro, te lo pegan”. Esa cosa de no podés pedirle un milagro, pero bueno, cuando estás mal buscás ese milagro. Después me generó mucho rechazo, un montón de cosas de la iglesia ni hablar y de la religión en sí, porque sí soy creyente, pero no soy practicante. 

Yo tengo mucha conexión con lo espiritual, para mí lo espiritual es algo muy importante de la vida que también me hizo sufrir, pero creo que yo se lo otorgué. Porque en realidad no iba ligado a la fe, sino que iba más ligado a lo que me estaba pasando en ese momento, entonces yo también me enojé y en un momento me volví atea y hater. Y ahora sí siento que en mi música yo sigo buscando esa vivencia más espiritual que siento que me hace bien, porque también es una especie de herida que todavía no tengo curada. Por eso hablamos de eso en “Esperanza”, que es un tema medio católico, como de la niña que se porta mal y la retan.

Y también está esto de perder la esperanza: Esperanza vino y la maté. Es como una manera de decir que yo soy un ser horrible, no merezco el amor de nadie, de nada. Y por eso yo misma maté la esperanza y mi futuro. Es horrible, pero bueno, yo he sentido mucho eso porque me he sentido muy depresiva en algún momento de la vida y ahora estoy mucho mejor. Soy una persona con mucha resiliencia, que trabajo todos los días para estar mejor y por eso estoy así hoy en día. Tengo mucha capacidad de crecer, pero la música siempre va a ser un lugar muy de catarsis y de expresión donde yo me permito decir las cosas que a mí me pasan, porque si no las puedo decir directamente me muero. 

Me doy ese lugar con la música. No es el lugar donde más transparente quiero ser, porque no es que quiero ser transparente, a veces me gustaría ser menos, pero es más donde busco yo en realidad sanar, como que es mi lugar de sanación también. Cuando uno escribe algo de repente lo leés y te ves a vos reflejado en el papel.

– Creo que una de las cosas que más interpela del disco son las letras, se puede ver esa transparencia y esa sinceridad por parte tuya, ¿siempre lo haces con confianza o a veces te da un poco de miedo quedar expuesta? 

Yo no me arrepiento de nada. De lo único que me arrepiento es de quizás poder haberlo hecho mejor, de capaz haber utilizado una mejor frase, más poética. En mi cabeza solo estoy pensando en escribir mejor, no me importa quedar expuesta y que la gente piense que soy una depresiva o que soy una loca, una rencorosa o una desequilibrada. O sea, todo eso es un poco verdad también (risas).

Pero cuando estoy escribiendo esas cosas no me importan, ni me importan cuando saco el disco, porque entiendo que todos nos sentimos un poco identificados con eso. Yo sé que soy una servidora de lo que a mí me pasa e intento que los demás puedan sentirse identificados y no me da miedo eso, al revés, me gusta que la gente pueda encontrar un lugar de refugio y decir las cosas que quizás tampoco se animaría a decir. Si es más la exigencia que yo me puedo llegar a poner de “repetí esta palabra en esta canción, no me había dado cuenta” o “ay no, desafiné acá”, pero todo el resto no me importa nada, cero remordimiento ni vergüenza la verdad. 

– En cuanto al sonido, ¿tuviste algunas influencias o estabas con algún artista mucho mientras estabas produciendo este disco? 

Estaba escuchando mucho folk, desde Joni Mitchell hasta Bob Dylan, esa onda. También estaba escuchando mucho Cerati, Bocanada particularmente, fue mi artista más escuchado del año pasado, por ejemplo. Fleetwood Mac y mi banda de siempre, Broadcast, que es un grupo que me encanta, son ingleses y siempre tienen algo muy deforme. Después estaba full con Charli XCX y Brat, Jessica Pratt que es una mujer yankee también medio folk y que tiene unas composiciones muy zarpadas y que fueron un poco una refe de compositiva si querés. Además no sé si tanto del mismo estilo, pero después estaba mucho con The Doors y toda esa onda, pero bueno, no sé si quedó algo de eso en el disco (risas).

Pero para mí las canciones te van llevando también. Venía escuchando Blonde Redhead, que me encanta. The Smiths también es una referencia muy de escritura, quizás más que musical. No sé si me quedaba algo como ellos, pero me encantaba la manera de escribir, me agarraba esto de “tiene que ser así de bueno”.

– Eso igual representa bien tu disco porque son varias capas, distintos momentos, es una buena mezcolanza y te quería preguntar, ¿cómo llegaste a Matu Cella? ¿Y qué encontraste en él como productor? 

Fue muy gracioso porque yo el día antes de ir a grabar iba a producir el disco con Luca Bocci y otro productor que al final no funcionó. Entonces yo lo llamo Matu de último momento y le digo “me quedé sin productor” y ya estaba por arrancar a grabar mi disco, tenía  el estudio y todo, y enseguida me dice “re estoy” y dejó todo y al día siguiente estábamos grabando Matu y Lucca. Y bueno, como Matu medio que fue a último momento tuvo que venir Berni Ferrón (Telescopios) a reemplazarlo un par de días, que también fue increíble porque la rompe e hizo de ingeniero y así fue que lo conocí o sea ya lo conocía, pero lo llamé porque dije con Matu no va a fallar, como que esto va a estar buenísimo y es un tipazo y me voy a sentir cómoda con él y fue ya está, confío acá.

– ¿Y qué te aportó el tándem Cella-Bocci? Porque con Luca ya hiciste una colaboración en el disco anterior.

También increíble, ellos dos muy muy distintos, muy sensibles los dos, personas con mucha sensibilidad artística. Luca tiene una mirada de las cosas muy especial y muy auténtica y muy brillante. O sea, tira unas cosas, unas melodías o unos arreglos… Tiene unas ideas muy innovadoras y hermosas, muy sensibles. Fue increíble. Y después Matu lo mismo, una que a nivel energético era el que sostenía un poco todo, porque Luca quizás es más caótico como yo, y él era como un poco el padre, el que venía a ordenar un poco las cosas. También tocó un montón de guitarras. En el momento del caos él ordenaba y tomaba ciertas decisiones más estructurales. Con él estuvimos postproduciendo todo el año pasado, fue increíble, una paciencia me tuvo (risas).

– Quería hacer un repaso también por las colaboraciones del disco. Están desde El Príncipe, Lola hasta Francisco. 

La del Príncipe yo le dije porque soy fan. No sé si era un tema tan Mi Amigo Invencible, pero siento que él tiene ese carácter tan personal que todo lo que él se incorpore siento que le da su color y su estilo, entonces está buenísimo. Yo siempre fui re fan de él y de la banda, entonces para mí cantar una canción con él yo sabía que iba a estar buenísimo.

– ¿Vos primero tenías las canciones y después llamabas a los artistas?

Sí, yo tenía las canciones y después llamaba, porque no tenía ningún feat. el disco al principio y las chicas de discográfica me dijeron “che, ¿por qué no llamas a alguien?”, y dije “bueno, la verdad es que si tengo que poner a gente para que cante, yo voy a poner a los mejores”. Después vino Lola que también soy muy fan: le escribí porque me encantó su último disco. O sea, yo ya la reconocía ella desde Perota Chingó y todo, pero su último disco Dolores me volvió loca mal, lo escuché mucho y tenía “Sailor Moon” que tenía esa onda medio Perotá y sentí que era la que más le podía ir. También era una canción con mucha letra y muy larga, entonces sabía que podía hacer una colaboración con ella para darle un poco de frescura. Y ella se re copó, nos conocimos y fue increíble, la quiero mucho. 

Y después vino Francisco, que lo conocí muy random. Me apareció en Instagram o alguien no sé si me paso su canción que se llama “Te quiero tanto”, de ahí me puse a escuchar su música y me encantó. Le escribí muy así, no sé si conseguí el mail o cómo fue, pero le mandé un par de temas, ni nos conocíamos y él eligió “Cena familiar” y se recopó. Después nos vimos un montón de veces porque vino para acá, tocó en el Lolla, yo canté con él y cuando viene siempre nos vemos porque nos queremos mucho. Él también es muy buen músico y productor, lo nominaron a los Grammys.

– ¿Te quedaste con ganas de hacer una colaboración? Yo entrevisté a María Wolff y por ejemplo te mencionó. 

¿En serio? María Wolff, la amo. Ella tiene un estilo muy particular que me encanta. Es lo más grande que hay, me encantaría hacer una colaboración. Igual, las colaboraciones no se me ocurren hasta que estoy haciendo el tema, o mismo me junto con esa persona y terminamos componiendo, todo superorgánico, porque también juntarse con alguien es un esfuerzo emocional. A María ya la conozco y me re divertiría hacer una canción con ella, pero si me decís “querés hacer una colaboración con tal persona porque tiene muchos seguidores” me chupa un huevo. 

– Has trabajado mucho de corista, a medida que seguís sacando tu trabajo, ¿lo podés seguir disfrutando o cada vez preferís ser más vos la protagonista? 

No, yo lo re disfruto, todo lo que es hacer música y cantar y estar con gente me parece un planazo. No le perdés el gusto. Quizás me gustaría crecer más en lo mío y que en un momento diga “ah listo, yo ya no puedo más, no me da el tiempo”, pero en realidad me gusta participar en los proyectos musicales de la gente más allá de mí, porque me gusta hacer música. En un futuro sí me gustaría dedicarme 100% a mi proyecto. 

– Se viene Niceto y es la segunda vez que te presentas ahí. Además de la presentación del disco, ¿qué podemos esperar del show? 

Bueno, yo jodía en Twitter que me voy a casar, me voy a divorciar y después, no sé algo así va a suceder, así que casamientos y propuestas de matrimonio están aceptadas en el show. Va a estar buenísimo y va a ser la banda entera, las canciones nunca las tocamos todavía en vivo, así que muy intrigada de cómo va a ser eso. Va a ser un show largo, también, porque son muchos temas y probablemente con invitados. Así que no se lo pueden perder.

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