La banda cordobesa cumplió un gran sueño al presentarse por primera vez en el mítico espacio de Palermo. Se vivió una conexión especial entre los cantantes y el público, bajo un clima de intimidad y calidez musical, logrando mostrar su auténtica esencia.
En la noche del jueves, Niceto encendió sus luces y abrió sus puertas para vivir una velada única junto a la magia de Hipnótica. La sala se fue llenando lentamente y la voz de Joaco Burgos abrió el escenario para acompañar el inicio de esta gran velada.
Detrás del telón, se empezaron a escuchar los primeros acordes del teclado junto a la guitarra, el bajo y la batería, creando un clima hechizante que captó la atención de todos al instante. Con esta mística, la banda apareció en escena y dio comienzo a su gran puesta musical con “Enredados”. Allí se generó un momento de intimidad entre los cantantes y los espectadores, donde todo vibraba en sintonía.
El ritmo se encendió y Niceto comenzó a bailar bajo los acordes de “Charuto”. La gran conexión entre Nahuel Barbero y Hernán Ortiz generó un clima de fluidez, donde la dulce voz y calidad musical de los cantantes hipnotizaron a todo el lugar. Luego de este gran comienzo, los artistas le dedicaron unas palabras de agradecimiento a quienes los acompañaron en este camino, confesando que estaban cumpliendo un sueño absoluto, que jamás antes habían imaginado.
Su gran hit “Desprogramado” continuó con el show, sobre una propuesta acústica y dulce donde el público acompañó cantando con gran emoción. Pero en “Dopamina”, esos sentimientos escalaron al ritmo del rock, con un solo de guitarra que se llevó toda la atención, reflejando así la calidad musical de Hipnótica.
Los músicos abandonaron el escenario y tan solo bastó un piano y una dulce voz para generar un momento de intimidad. Así comenzó a sonar “Viaje de ida”, un mimo para el alma donde la sensibilidad de cada uno de los oyentes se sintió a flor de piel. Esa emoción creció y la sensualidad se hizo canción con “Otra vez”. Entre el trabajo de los músicos y las suaves voces de los cantantes, se vivió una puesta de calidad en el show, en el cual todos acompañaban al compás de la melodía.
En esta montaña de emociones, “Apocalipso” presentó el momento más pesado de la noche. Con tres guitarras eléctricas sonando a la par, Hipnótica desplegó su trabajo rock and rollero para expresar una fuerte crítica social y despertar a una sociedad adormecida. Pero para contrarrestar esa fuerza, siguió sonando “Mi amor no cambiará”, bajo una propuesta acústica donde la calidez de los artistas generó un clima suave que perduró en “If I fell”, de los icónicos The Beatles.
La presentación de invitados llegó junto a Tomás Ferrero de Rayos Láser, con quien interpretaron “El rezo diario”, logrando una dulce armonía entre las tres voces. Seguidamente subió al escenario Esmeralda Escalante de Ainda para cantar “Así”, uno de los grandes hits de la banda. Para finalizar este instante de compañías, se vivió un momento único con la presencia de DyA, un grupo vocal que dejó a Niceto en un silencio profundo para apreciar la dulzura de “Tres intentos”.
Las revoluciones calmaron y sobre un tiempo lento sonó “Ciudad” y “Cambiar”. Allí la banda desplegó toda su sensualidad, dedicando unas palabras al amor, sus idas y vueltas. De a poco el ritmo volvió a crecer con “Lo que resista tu amor“, bajo un estilo popero que puso a todos a bailar. Estos movimientos se ralentizaron en “Película” con la dulce presencia de Mica Sotera, bajo un ritmo dulce donde el amor se sentía en el aire y se sostuvo hasta “Presente perfecto”.
Sobre un giro en la escena, el momento del juego musical con los sintetizadores llegó en “Algo”, marcando un estilo hablado pero sensual. Esta mística se mantuvo en “Desprender” y “Lo que dimos”, donde desplegaron toda su fuerza y aspectos poperos para dar un verdadero show en escena.
El último invitado de la noche fue Joaco Burgos y juntos homenajearon al gran artista Charly García en “Yo no quiero volverme tan loco” con todo el público bailando al ritmo de la canción. Con esta euforia, el show llegó al final con “Fluir”, el éxito de Hipnótica. De esta manera los cordobeses cumplieron un sueño y compartieron junto a su querido público una noche íntima de mucha magia y dulzura musical.
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