Blur, Pet Shop Boys y Beck fueron los encargados de finalizar el segundo día trayendo todos sus hits y con shows de alto nivel.
Este fin de semana todos los focos estaban puestos en Parque Sarmiento, el venue elegido para la segunda edición del Primavera Sound en Buenos Aires. Después de un primer día exitoso, el segundo no quiso quedarse atrás. Ni las altas temperaturas de temprano impidieron a la gente a acercarse y disfrutar de lo mejor que tenemos a nivel nacional, y de las visitas de grandes bandas de afuera.
Abriendo la jornada y el escenario Heineken, uno de los primeros en presentarse fueron Winona Riders, uno de los grupos que están emergiendo con fuerza este último tiempo, y que con su rock característico ya empezaron a levantar la tierra del predio con los primeros pogos. Acompañándolos a continuación en la tarima vecina, aparecieron Rayos Láser, que además de tocar temazos como “Se borró”, “Nada de mí” y “Ya me hiciste mal”, celebraron el cumpleaños del Gringo, guitarrista y baluarte del grupo. Aprovecharon para cerrar con “Te vi”, uno de los adelantos de su próximo disco y anticipando que se vienen muchas cosas más.
Los inoxidables del rock nacional
Algo que se sigue repitiendo mucho es que “el rock está muerto”, pero después te encontrás con Virus y te das cuenta de que hay cosas que nunca pierden vida. La banda liderada por los hermanos Moura tocó todos sus éxitos, entre los que estuvieron “Wadu wadu”, “Pronta entrega”, “Amor descartable” y un cierre épico con “Luna de miel en la mano”, con la gente revoleando caramelos de miel al escenario Heineken.
Y por si faltaba rock y baile, en el Primavera apareció otro histórico como Turf, abriendo con “Kurt Cobain” y con un Joaquín Levinton desacatado, yendo de escenario a escenario e impulsando al público a que se sume a la fiesta que tenían preparada. “No se llama amor” con Joaquín tirado contra la valla, “Magia blanca” cantada al unísono con el festival y un pogo gigante en “Yo no me quiero casar, y ud?”, fueron los puntos álgidos de una presentación gloriosa y el cierre perfecto de la tarde para poco a poco ir dándole paso al atardecer.
Nobody is normal y Barcelona, los lugares ideales para la experimentación
Uno de los points más importantes del Primavera Sound fue Nobody is normal, el escenario que dio lugar desde artistas emergentes, viejos consagrados y hasta las últimas revelaciones internacionales. Ahí se pudo escuchar artistas como Limón, Ryan y unos viejos conocidos como Viva Elástico. También se presentaron Lara91K, un DJ set de Anita B Queen y Evlay, que luego de lanzar su tan ansiado disco debut, pudo mostrar un adelanto a la gente que se acercó al festival de lo que tiene preparado para su primer Niceto este 19 de diciembre.
Por parte del otro punto clave, el stage Barcelona, se pudieron ver bandas como Weyes Blood, Dorian Electra y The Blessed Madonna. Pero el que se llevó todo el protagonismo fue Milo J, el rapero que está siendo una de las grandes revelaciones de este año, y que después de colaborar con un EP con Bizarrap, pudo mostrar todas sus canciones en vivo e incluso en un momento acústico se atrevió a rendirle tributo a Charly García cantando “Los dinosaurios”, siguiendo la línea que habían tenido sus colegas el primer día del festival.
Una vez llegado al atardecer, los dos stages principales ya estaban preparados para recibir los platos fuertes del día. En el Heineken los encargados de precalentar el lugar fueron Domi & JD Beck, los niños maravilla, que con su dúo set a batería y teclado desplegaron todo su talento, trayendo el R&B progresivo, soul y jazz al lugar. No por nada esta banda fue apadrinada nada más ni nada menos que por Anderson Paak. Del otro lado, Carly Rae Jepsen, quien fue la encargada de ponerle el toque pop al lugar y casi como una premonición, una forma de prepararnos para lo que se venía con Pet Shop Boys. Ahí, hits como “Call me maybe” y “I really like you” no faltaron.
Los platos fuertes de la noche
En cualquier otro contexto, el domingo ya estaba más que ganado, pero en este caso todavía ni siquiera había venido el plato principal. El primero que salió fue Beck, y que para sorpresa de todos y dejando atrás Hyperspace, su trabajo más reciente y donde es un sonido más ambiental y relajado, trajo un setlist digno de un rockstar.
Con una banda que la descosió, el cantante estadounidense subió el voltaje del Heineken tocando “Dreams”, “Que’ onda guero” y su himno más grande “Loser”, teniendo a todos los argentinos cantando a la par de él. La joyita del show fue la invitación sorpresa de Damon Albarn para tocar “The valley of the pagans”, trayendo un pedacito de Gorillaz a Buenos Aires.
Igual si hablamos de eminencias y clásicos, qué mejor que el show que dieron Pet Shop Boys. El dúo trajo una puesta en escena de otro planeta, teniendo por lejos las mejores visuales y luces de todo el festival. Además, no faltó un solo hit. Desde “Domino Dancing”, “Always on my mind”, “Go west” hasta “It’s a sin”. También se animaron a hacerle guiños a colegas de su época, como cuando cantaron un pedacito de “Can’t take my eyes off of you” de Gloria Gaynor y sampleando a “I feel love” de Donna Summer.
Pero si hablamos de un cierre de festival lleno de épica y gloria, hay que hablar del show que dio Blur. La banda inglesa liderada por Damon Albarn lo dio todo, con una lista de temas magistral, no solo repasando su último disco The ballad of Darren, donde sonó “The ballad” y “Barbaric”, sino que también trayendo los grandes éxitos que hizo que el mundo y el público argentino los amara.
Cantaron “Coffee & TV”, “Country house” y “Out of time”, repasando sus primeros trabajos y también Damon hizó que todos los presentes se sientan parte de la fiesta, invitando a una chica del público a cantar con ella. Pero uno de los momentos más emocionantes fue cuando el cantante invitó a un grupo de chicos de La Plata para devolverles una bandera que le habían dado la última vez que vinieron. No solo los hizo subir al escenario y se las devolvió con todas las firmas de ellos, sino que encima contaron que esa bandera los acompaño durante toda la gira, casi como un ritual.
Dentro del show, una de las cosas que más destacó Damon durante toda la noche fue el aguante que tiene el público argentino, y obvio que para darle la razón, no faltaron pogos enormes en “Parklife”, “Song 2” y “Girls & Boys”. Ya para el cierre, se guardó “Tender”, para poco a poco irse despidiendo. Si algo quedo claro, es que ellos nos aman y nosotros los amamos a ellos.
Así, paso la segunda edición del festival Primavera Sound, y en donde en dos días se pudo ver desde lo mejor nacional e internacional, hasta bandas emergentes y otras revelaciones que se fueron dando a lo largo de estos últimos años. Con esta celebración, el Primavera da otro paso para consagrarse como uno de los eventos de música más importantes del país.