La canción se caracteriza por su letra introspectiva, su sonido entre melancólico y esperanzador, y un videoclip aventurero. Se espera que forme parte de su próximo disco, en el que se encuentra trabajando actualmente.
La cantautora porteña y ambos integrantes de El Zar unieron fuerzas en un single que se caracteriza por su tono introspectivo, melancólico y esperanzador. Pablo Giménez produjo el primer álbum de Donati, Lo que quedó, estrenado durante el 2019. En esta ocasión, además, fue partícipe de varias instrumentaciones, junto a otros invitados.
“Cambiaron las horas y no duermo tranquila / La noche es eterna, aunque más largo es el día / Hay algo en el aire, me estoy convirtiendo / germinan las flores, no fue tan frío este invierno”, reza la dulce voz de Carolina al entonar las primeras oraciones. Palabras que invitan a mirar hacia nuestro interior, a pensarnos, a contemplar nuestras opciones, a tomar iniciativa.
Junto con el estreno en todas las plataformas digitales, salió un pequeño cortometraje que enmarca a la perfección todos aquellos pensamientos que van surgiendo al escuchar la letra. A modo ensayístico, imágenes y dubitaciones se van entremezclando, generando una experiencia relajante y decidida al oyente.
Los tres sentados en un banco de una plaza, parecen estar cada uno en su mundo. Carolina mira su celular, lo deja en el banco, toma su mochila y se va. Parece emprender un viaje de despojo, representado por los cambios de paisajes y las cosas materiales que va dejando en el camino.
En el single participaron Pablo Giménez en producción, bajo, guitarras, synths y coros; y Facundo Castaño Montoya en voz. Otro de los invitados a participar fue Bruno Dante en batería y percusión, cuya presencia marca el curso del camino desde el primer momento. Fue grabado en Estudio NN y Estudio Nac, con Francis Stuart Milhe como ingeniero. La mezcla estuvo a cargo de Nicolás Btesh en el Estudio El Mar, y el mastering fue hecho por Diego Guerrero.
En cuanto a la realización audiovisual, la dirección, cámara y montaje es de Sofía Milano, y el diseño gráfico, de Luciano Madia.