El artista mendocino presentó Ochocientos envolventes al Sol en Niceto con un imponente show visual.
Dos sintetizadores, una guitarra y una máquina de ritmos/sampler fue todo lo que necesitó Juan Mango para confeccionar y reproducir Ochocientos envolventes al Sol (2019). Fender azul en mano y con un look Dennis Rodman, Mango (cuyo verdadero apellido es Saieg) salió a escena para entonar las primeras palabras de “Transparentes”, track que inicia este segundo disco y, con él, un viaje íntimo y psicodélico.
Las luces rojas cenitales contrastaban con las azules apoyadas en el piso, y así se mantuvieron hasta que la letra de la canción comenzó a ser representada a las espaldas del cantante. El círculo que simbolizaba a la luna se fundió en la metáfora del túnel para convertirse finalmente en un mandala zodiacal. A lo largo del recital, las imágenes proyectadas en el tríptico trasero (a cargo de Elefante Diamante y León Greco) acentuaban cada instancia del paseo. Por momentos podíamos ver figurados los miedos y los deseos del propio Juan, y hasta nos dejó contemplar a nosotros muggles la proyección de su Patronus.
Del otro lado, las mil personas que se encontraban en el venue de Palermo se movían lentamente y vibraban con el bombo electrónico a la vez que se hechizaban con el sonido atrapante y potente del recinto. Las energías, al comienzo del concierto, estaban puestas más en dejarse traspasar por la música que en acompañar el canto. En este primer encuentro del público de Capital Federal con el oriundo de Bermejo, estaba claro que la entrada pagada no fue para ver al vocalista de Usted Señalemelo, si no para comprender un costado desconocido del artista.
“Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar”, recitaba Julio Cortázar desde el más allá (o desde la samplera) un pasaje de su novela Rayuela y, durante esos minutos, La Maga fue Vera Spinetta. La hija de Luis Alberto es la compañera del cantante y musa desde “Portal”, single grabado en 2018 para la película Soledad, protagonizada por ella.
Así pasaron “Destino” y “Buscas” y dejaron lugar a “Lejos”, la apertura de Papet, álbum debut de Mango, editado en 2017 y que es el primer paso en este recorrido electrónico, mezcla de alternative dance y post-synthpop. “No estés bajón”, su canción con más escuchas en Spotify, fue la más cantada de esta etapa. Con su base de trap que pareciera querer salirse constantemente de este género, el público siguió su trance en cámara lenta mientras que los lásers desde atrás del escenario fabricaban paredes falsas que enriquecían la experiencia audiovisual.
La noche también tuvo su momento rockstar al entonar, cerca del final, “800 vueltas envolventes”, quizás la canción con más gancho de su álbum. “La luz del celular / brilló y sentí tenerte acá”, se confiesa en el estribillo que luego muta a “Quiero morir acá / tú eres mi verdad”. Al final de la pieza, el multinstrumentista dejó su set electrónico para ir al borde de la tarima y convertirse en un guitar hero con un solo plagado de chorus y reverb.
“Cosmos”, que cierra Ochocientos envolventes al Sol, también hizo lo mismo con el show. Su ya larga duración de 7 minutos fue extendida para mantener el baile de los presentes. Luego de unos tímidos agradecimientos, el hermano de Simón Saieg (quien se encontraba en el público y aplaudía más que nadie) se metió dentro de los paneles para terminar su función, y en ese instante todos volvimos a nuestro estado de reposo, como si la hipnosis hubiera dejado de hacernos efecto. El sábado 29 de noviembre Juan Mango fue tecladista, guitarrista, cantante y DJ, pero también fue nigromante, alquimista, profeta y guía de un viaje que por ahora parece no tener final.
Cobertura hecha en colaboración con Mansa Música.
📄 Manuel Latorre
📷 Leandro Frutos