Para despedir la segunda década del siglo XXI, Indie Club decidió recopilar veinte discos significativos de ese período. Desde los comienzos de pura autoproducción, hasta llegar a los Premios Gardel conseguidos por Bándalos Chinos, Louta y Marilina Bertoldi.
Él Mató a un Policía Motorizado – La dinastía Scorpio (2012) – LAPTRA
La banda emblema del indie argentino era la promesa platense por la primera década de este siglo. Con un primer disco homónimo y una trilogía de EP’s, se habían erguido como los paladines del lo-fi y el noise, aplicando una crudeza y simpleza en sus letras que completaría su inconfundible música y sentarían las bases para la evolución de su carrera. En el 2012, sacarían su segundo álbum, sumando un tecladista a su formación y poniéndole más detalle a la producción de sonido.
La voz de Santiago Motorizado es familiar, consejera y descarnada (“Más o menos bien”, “Chica de oro”), pero también puede ser mántrica y etérea (“Terror”, “Nuevos discos”). El kraut alemán sigue presente en los patrones rítmicos de la batería y en los bajos en corcheas mientras que las guitarras juegan con el indie pop de acordes mayores y el noise, que está más apaciguado en comparación a sus primeros trabajos.
¿Qué más se puede escribir sobre el disco que desencuadró al indie del under y marcó sin darse cuenta el futuro del género? Con su pose anti rockstar y y su tímida personalidad, Santiago encendió a una parte de lxs jóvenes que no se sentían interpeladxs por las bandas del momento. Sin darle importancia a las críticas por la afinación vocal, lo elemental de las grabaciones o incluso el nombre del grupo, Él Mató a un Policía Motorizado prendió la mecha para que varios artistas se animaran a expresarse.
Tres temas: “Chica de oro”, “Más o menos bien” y “Nuevos discos”.
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