El nuevo lanzamiento de Kevin Parker, después de cinco años, vuelve con toques electrónicos y upbeat.
Cinco años después de su último lanzamiento, Kevin Parker vuelve como Tame Impala con “End of Summer”, y la espera valió la pena. El título ya es un spoiler de la vibra que propone: un guiño veraniego, con melancolía pero esperanzador.
Desde el primer segundo, el beat constante te atrapa. No busca sorprender con cambios bruscos ni explosiones repentinas: es un groove firme, que se mueve con paciencia, como si supiera que vas a quedarte hasta el final. Encima, Parker pone su voz etérea y casi fantasmal sobre sintetizadores que flotan como nubes de colores, creando esa sensación de estar en una película lenta, pero hipnótica.
Más que un simple tema para escuchar, “End of Summer” es una demostración de control y paciencia en la producción. Kevin Parker construye la canción sobre un pulso constante que nunca decae, reforzado por bajos redondos y percusiones secas que marcan el camino. Las capas de sintetizadores se van sumando y modulando con sutileza, creando una sensación de expansión sin necesidad de romper el clima. Los efectos de eco y reverb están colocados con precisión para darle esa profundidad característica de Tame Impala, haciendo que cada elemento flote pero sin perder definición.
Musicalmente, no rompe con el estilo clásico de Tame Impala, pero sí incorpora matices más cercanos a la electrónica de pista. El beat marcado y los sintetizadores pulsantes le dan un aire acid-house que se mezcla con arreglos de trance suave, mientras pequeños detalles —como filtros que abren y cierran o modulaciones en las capas— generan movimiento constante. No hay un drop explosivo, pero sí una construcción progresiva que mantiene la atención.
El videoclip acompaña esa energía. Dirigido por Julian Klincewicz, está lleno de imágenes granuladas, partidas en pantalla y con colores que parecen sacados de un VHS olvidado. Más que contar una historia, busca capturar sensaciones: nostalgia, calor, recuerdos que se mezclan con el presente.
“End of Summer” acompaña, es un viaje largo, sin apuros, que te envuelve y te deja flotando incluso después de que termina. Parker no volvió con un grito, volvió con un susurro, dejándonos con ganas de saber qué nos tiene preparado en el próximo álbum del proyecto.
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