Sombra es el último álbum del músico y productor rosarino y una travesía por paisajes velados por las sombras de sueños inquietos.
Lusio, productor y miembro de distintas agrupaciones rosarinas, abre las puertas a una intimidad oscura y mustia. De su paso por Jimmy Club, Gladyson Panther y Lichi, saca experiencias con las cuales logra componer una obra personal, una perspectiva dónde la subjetividad acompaña de la mano en un descenso que parece no acabar.
Desde el primer instante, Sombra se presenta como detrás de un velo. El imaginario onírico de Lusio combina sonidos difusos con voces que se camuflan para lograr una sensación de trance. Lo sombrío de las letras y el ambiente que generan, por su parte, son el hilo conductor de esta experiencia.
En una suerte de búsqueda personal, Sombra se configura como un álbum a escuchar de principio a fin. Teniendo el horizonte claro, lo que Lusio construye a través de casi media hora es una travesía por su propio universo, una exploración por la geografía de este mundo plagado de contrastes. Las distintas escenas que se proponen comparten el mismo tono lúgubre y cavernoso, pero se matizan al explorar distintas emociones.
Así, “Perdiendo el tiempo” da cuenta de un acostumbramiento tedioso, una iteración que agota la vida, en un tono casi oximorónico al contrastarlo con su base, entre el synth pop y el lofi. “Voy a enfermar” habla de nostalgia compactando una base mínima sobre aullidos rítmicos. “No te dibujé”, ya hacia el final del disco, mezcla el jazz con el lofi para ambientar una suerte de créditos, la salida por la puerta de atrás en un día lluvioso.
La sombra de muchos rostros gritando
Sombra es un relato desgarrador, un lamento en voz baja. El trabajo de Lusio brilla por su opacidad y se esfuerza por encontrar los rincones olvidados del corazón. Moviéndose fundamentalmente sobre una instrumental que construye el ambiente de su relato, canta situaciones de la vida que cualquiera pudo haber sentido.
Si hay que dar nombres, los elementos clave de su narrativa son la soledad y la nostalgia, ejes constituyentes del mundo moderno. Sin ser pesimista ni deprimente, el lenguaje con el que se expresa está hecho de la vida misma. “Mis amigos se aprendieron mi nombre / pero no saben quién soy“, canta en “Voy a enfermar”; “No se lo que tomé / pero no dejé de ver / luces incansables / en una habitación fucsia / y con decoración de rostros inefables“, en “Fucsia”.
Sombra no se trata de llantos adolescentes ni berrinches caprichosos. Lo que se lamenta Lusio es el mundo que padece, un mundo moderno que devora al que se rezaga e incita a no conformarse. En la vorágine de un capitalismo grotesco, Sombra abre un espacio para volver a ser vulnerable y reconocerse incapaz, frágil, incompleto. Quizás más implícito que deliberado, el sueño que hace a Sombra es el reflejo de un mundo mucho más brillante, y a la vez, mucho más oscuro.
Podés escuchar Sombra y más de Lusio a continuación o en Spotify.