En charla con Indie Club, Pablo Holsman, líder del grupo rosarino, repasa las claves del más reciente EP de la banda y nos adelanta lo que está por venir.
A mediados de febrero, Los Cristales nos entregaron la postal pop ideal: un conciso EP de tres canciones que encuentra al grupo rosarino explorando un sonido nuevo, más vigoroso y directo. En él, influencias del surf, el garage y el indie se dan cita mientras la banda abraza un marcado estado de ánimo diferente al de El valle de los espejos (2018), de corte más melancólico y atmosférico. Y como si la placa, un trabajo redondo por derecho propio, no fuera regalo suficiente, ahora Los Cristales doblan la apuesta: preparan el lanzamiento de El Río Fantasma, su segundo larga duración.
“Sentíamos que los temas de Popstal no encajaban mucho dentro del nuevo álbum”, explica Pablo Holsman, vocalista y compositor de la banda -además de su fundador y multiinstrumentista-, sobre la decisión de lanzar las canciones en formato EP. “El trabajo me parece que tiene temas que están bastante “para arriba”, mientras que el disco es otra onda: viene bastante oscuro”, agrega el músico. Quienes no puedan esperar para oír cómo sonará, están de suerte. Este mes sale un adelanto, mientras que el grupo espera que el disco entero pueda estar listo para más adelante este año.
En conversación con Indie Club, Pablo nos adelanta las inspiraciones del nuevo álbum -con guiños a La Odisea de Homero-, repasa los múltiples cambios de formación y sonido del grupo, y explica cuáles son las claves del más reciente EP.
Vienen de estrenar nuevo EP, Popstal. ¿Cómo nació este trabajo?
Son canciones que nos habían quedado en el tintero. A “Humo” y “Como en casa” las veníamos tocando incluso antes de la pandemia. La única que solo tenía en maqueta y no se había materializado en otro modo que no fuera estudio es “Popstal”, la que da nombre al EP. Nosotros tenemos ya nuestro segundo disco larga duración pre-producido para grabar, y estaban estos temas, pero sentíamos que no encajaban mucho dentro del álbum. Pero como nos gustan muchísimo, no queríamos dejar de grabarlas: siempre tenemos esta idea de que las cosas que se escuchan en vivo se publiquen, para que se puedan retroalimentar con lo que es el formato de estudio.
¿Por qué la apuesta por el formato EP?
Podríamos haber hecho un lado B al nuevo disco, pero nos pareció más económico de esta forma. Además están las circunstancias musicales de hoy, que estás más o menos obligado a lanzar algo para aparecer… Eso nunca nos forzó a hacer nada o sacar material obligados, pero sí lo vimos como una ventaja: es tener algo más para presentar entre medio. Ahora somos dos nomás en la banda: el bajista, que es uno de los miembros fundadores, y yo. Y el año pasado nos juntamos también con quien ahora es el ex guitarrista del grupo para grabarlo, y tuvimos un baterista sesionista amigo nuestro. También hay algunos sintetizadores que grabó el ex tecladista de la banda, que entraron justo en uno de los temas.
¿Cómo se dieron estos cambios de formación y cómo sentís que impactan a la banda y su sonido?
La banda ha mutado muchísimo desde que arrancamos. La comenzamos Fernando Goya, que es el primer guitarrista, y yo. Después se fueron agregando otros compañeres durante estos años. El primero en agregarse fue Ema Guiñazú, bajista, con quien también programamos la parte electrónica del grupo. Tuvimos una etapa más electrónica en la que los beats los programamos con él. Después hubo muchos bateristas en el proyecto, e incluso llegamos a quedarnos sin uno, pero la idea era volver al formato acústico, o por lo menos mezclar las dos cosas. Estos temas, por ejemplo, lo pedían. Son procesos que se van dando.
¿Cuál es la esencia del proyecto al mutar tanto de miembros?
La cuestión de que un músico se vaya de la banda la tomamos con la mejor onda; casi siempre es para que surjan otros proyectos, lo que me alegra muchísimo. Porque quizás no tenés tiempo para ponerte con otro proyecto, que es lo que más te interesa, y cada uno debería dedicarse a lo que realmente le gusta. Eso mismo hago yo con Los Cristales: es un proyecto que afronté como propio y al cual le puse todas las pilas. Entonces que otra persona se vaya del proyecto para hacer lo mismo, está bueno, y a la vez no nos corta las piernas porque siempre hay alguien que está interesado en tocar con nosotros. Pero no veo a Los Cristales como un proyecto solista: si bien compongo todo, siempre los arreglos y las cuestiones que involucran otros músicos son las que hacen que los temas estén buenos. Le agrega mucho más valor.
Aunque el EP funciona de preludio al nuevo álbum, El Río Fantasma, decís que son canciones que no van a formar parte del disco porque en cuanto a sonido van por otra línea. ¿Por qué no encajarían en él?
Yo creo que el disco va a sonar muy distinto, y es por eso que no son parte. El EP me parece que tiene temas que están bastante “para arriba”, mientras que el disco es otra onda. No sé si para pegarte corchazo, pero sí viene bastante oscuro. Cuando lo armaba, con la preproducción y escuchándolo entero, me di cuenta que los temas de Popstal no calzaban; como si pusieras un tema de Los Decadentes en un disco que va por otro lado. En este disco volvimos a hacer cuestiones más acústicas y vamos a grabar con el mismo batero del EP. Pero a su vez, también tiene algunos temas que son con batería electrónica. Ahora vamos a sacar un sencillo adelanto del disco, que es casi todo electrónico: lo único análogo que tiene es un sintetizador y mi voz. Y hay otros temas que también vienen por ese lado.
Popstal en cambio no suena así.
Popstal cambio tiene muchas cosas del surf rock, y hasta hay bajos medio garage; cosas así. Mientras que el disco viene por otro lado, tiene otra idea. Nosotros siempre pensamos los discos conceptualmente. Popstal lo trabajamos en parte bajo el concepto de la brevedad. Por eso pusimos ese título; que el trabajo fuera como una postal. A pesar de ser corto, está atravesado todo el tiempo por la cuestión del tiempo, las relaciones, los sentimientos, la idealización y lo que te hace sentir bien. Son pantallazos de lugares y momentos. Los otros discos funcionan como relatos: nuestro primero, El valle de espejos, es una narración larga, y el nuevo larga duración también va por esa línea.
¿Por dónde va el concepto del nuevo álbum?
La idea de Los Cristales en sí es esta cuestión de que todo esté atravesado un poco por lo fantasmal, en el sentido de fantasía. La lógica es también que la naturaleza aparezca en lo cotidiano, una mezcla de elementos. En El valle de espejos hay una fusión entre lo que pasa al personaje como individuo y lo que ocurre con un bosque. El Río Fantasma recupera algunas de esas cosas, pero también está atravesado por La Odisea, de Homero. En las letras está muy metida la idea de viajar y volver a un lugar, y la dicotomía de quedarte en tu zona de confort. Está pensado como parte de un mundo en el que se desarrolla toda la música de Los Cristales. Si te fijás en el arte que sacamos para Popstal hay un mapa detrás, y la idea es que todos los lanzamientos los vamos ubicando en él. El Río Fantasma es también un conductor dentro de toda esta epopeya de Los Cristales.
¿Dónde está parado hoy el nuevo disco?
Esperamos que salga este año. Este mes sale un adelanto y ya entraríamos a grabar lo que es baterías acústicas y bajo en estos meses. Nos va a llevar mucho laburo el disco, pero sí en abril esta canción tendría que salir. Es parte de esta lógica, de sacar algunas cosas a medida que tenemos algo hecho: ir presentando singles, hasta que esté el disco entero. Hoy no sé si te escuchan un disco entero de una.
Los Cristales se estarán presentando este 23 de abril junto a Krif 4 Kroker en el Galpón de la Música, Rosario, a partir de las 21 horas. Podés adquirir tus entradas a través de Passline.