Luego de dos días musicales al máximo nivel, la edición 2025 de uno de los festivales más importantes de la región cerró con una convocatoria masiva para celebrar sus diez años de trayectoria en Argentina.
La jornada no sería fácil. Si el día 1 del festival había aumentado las expectativas del público y el día 2 había mostrada una impactante escena de jóvenes artísticas emergentes locales e internacionales, el cierre de Lollapalooza Argentina 2025 -que hace años excede la experiencia meramente musical- tenía que dejar, inevitablemente, algún recuerdo especial. Sin duda, sucedió. Entre la lluvia que otra vez protagonizó la primera parte de la tarde, y la emoción y ansiedad de la juventud por recibir a sus artistas preferidos, la tercera fecha se disfrutó con una entrega y despliegue arriba del escenario que movilizó hasta las lágrimas a un público completamente entregado a la experiencia.
Entre la lluvias y las corridas, comenzaban los primeros recitales
Como respuesta a un clima que no ayudaba lo suficiente, y algunos cambios de último momento, el cronograma para el tercer día tuvo una pequeña modificación al comienzo. Con la apertura de Estratósfera en el Escenario Flow, para las 14:15 frente al Alternative Stage los primeros grupos de espectadores se reunieron bajo las primeras gotas de la tarde para escuchar a Lichi y su propuesta de ¡Cocoliche!. Entre el torrencial que minutos después dispersó a la gente en búsqueda de un refugio – porque el objetivo consistía en no mojarse de más – la banda pudo mostrar parte de su repertorio incluyendo “MKM”, “Carameloraro”, “Solo”, “Legendario” y “Desde acá”, entre otras.
Mientras la mayoría del público esperaba en la carpa central de Hipódromo, Francisco Victoria tuvo la difícil tarea de convocar en el Escenario Samsung a quienes, por algún motivo, seguían bajo la intensa lluvia. Tras media hora más de clima nublado, barro y muchas remeras empapadas, el recital de Chita representó la posibilidad para acercarse al Escenario Flow nuevamente para poner un poquito de sensualidad. Con un repertorio que incluyó parte de su nuevo álbum Atelier, y una banda de primer nivel entre quienes se sumaron Fran Azorai, Juan Giménez y Paco Leiva, su show incluyó distintas coreografías y una fuerte presencia arriba del escenario para cantar “Lo que hace conmigo”, “Entre los dos”, “Lo que quieras”, “Aguja”, “Alguien como tú”, “Piel”, “Nada más que hablar”, “Atelier”; para luego cerrar con “No fue amor”, “Mi decisión” y “Maldito”.
Para las 17:45 había un nombre que comenzaba a llamar la atención. Desde Ciudad de México, Litte Jesus se hacía presente por primera vez en Lollapalooza Argentina para compartir su divertida y rockera presentación, que no se privó de algunas sorpresas que la gente valoró. El show repasó distintas canciones de la banda mexicana, que pusieron a bailar y corear a quienes, a pesar de la llovizna que otra vez había reanudado, seguían alegres disfrutando. Entre su repertorio, la banda tocó “Tierra llamando a Sant”, “Fuera de lugar”; para luego invitar a Lautaro Cura de Isla de Caras a tocar “Pase a la red” y seguir generando un gran climax de baile con “El final del juego” y “Cabras”. Minutos después, un instrumental progresivo dominó el escenario y los cuerpos de los espectadores, para dar lugar a un estilo de funk & rock que derivó con la invitación del Ruso Sujatovich al escenario para tocar “El show debe continuar”. Finalmente, la banda se despediría con “La magia”, “Gracias por nada” y el hit “Azul”. Así, la primera parte de la tarde daría lugar a un nuevo capítulo.
El despliegue artístico arriba del escenario: el show de Nathy Peluso
Para las 18:45, camino hacia el Escenario Samsung se podía ver una constante: recuerdos del Grasa Tour. Un público diverso y principalmente emocionado esperaba en el lugar la llegada de Nathy Peluso que, nuevamente, haría una repentina aparición. Como era de esperarse, la irrupción de Nathy sobre el escenario no dejo ninguna duda sobre lo que seguiría minutos después: un despliegue artístico y musical total. El repertorio contó con un repaso de sus distintos álbumes, además de mostrar una película “La verdad de la milanesa” que enmarcaría las actuaciones y performance. Así, el show empezó con pura potencia y ritmo al tocar “Corleone”, “Aprender a amar” y “Business woman”, para luego seguir con el primer episodio que estaría dedicado a la salsa. Con mucha versatilidad, “Real”, “Ateo” y una gran versión de “Envidia” motivaron una ovación por el talento de la Peluso; que aprovechó el momento para agradecer y seguir con un despliegue total tocando “Mafiosa”, “Puro veneno” y “Erotika”.
El segundo episodio tendría una orientación distinta, que mostraría la enorme versatilidad y fusión que Nathy Peluso domina arriba del escenario, como también a partir de su impecable voz. Así, con mucha exaltación y empoderamiento, el show siguió con “Todo roto” -que contó con la participación virtual y animada de CA7RIEL & Paco Amoroso-, luego con la aclamada “Bzrp Music Sessions, Vol.36”, “Sana sana”, “Menina”; para luego interpretar una increíble versión de “Buenos Aires”, que empezaría a dar final a una presentación que en solo una hora impactó todas las emociones. Con ese ánimo, Nathy Peluso se despidió del día 3 de Lollapalooza 2025 con el estribillo de “Vivir así es morir de amor” y “Remedio”, para que la ovación sea la última imagen de una tarde, otra, para el recuerdo.
La noche mágica y la euforia internacional protagonizaron el gran cierre de la noche
Cuando el atardecer comenzaba a visualizarse, el Escenario Flow empezó a mostrar una convocatoria reunida que, horas más tarde, sería protagonista de los shows que seguirían. Una multitud de jóvenes recibió con gritos y euforia la llegada del Benson Boone, el cantaautor estadounidense que por primera vez experimentaba la intensidad y energía del público argentino, que rápidamente logró disfrutar interactuando y bromeando. Con esa sorpresa, y una gran capacidad arriba del escenario, repasó parte de su repertorio tocando “Coffe Cake”, “Drunk in my mind”, “Cry”, “There she goes”, “What was”, “In the Stars”, “Forever and a day”, entre otras; para luego dar un cierre potente y vibrante con su reconocido hit “Beautiful Things”.
Como no había momentos para distraerse, del otro lado del Hipódromo un sonido conocido volvía a instalarse a través del coro de las multitudes: la noche mágica otra vez se hacía presente en el festival. El show de Tan Biónica repaso con alegría y mucho acompañamiento del público aquellas canciones que son parte de los recuerdos de adolescentes, jóvenes y adultos; y también de la cultura pop de nuestro país. El repertorio así avanzó con “Ella”, “Beautiful”, “Música”, “Loca”, y “Hola mi vida”, para que Nicki Nicole subiera a cantar el inédito “Boquitas pintadas” con la banda, un momento que agradeció muy emocionada. Seguidamente, la banda continuó con “Claramente”, “El duelo”, “Ciudad Mágica” y “Mis noches de enero”; para que la segunda sorpresa ocurriera: Airbag subía al escenario para compartir y sumar su estilo a la fiesta. Finalmente, como no podía faltar, la banda se despidió agradeciendo al megafestival que tanto les había dado a lo largo de su carrera, tocando dos buenas versiones de “Obsesionario en La mayor” y “La melodía de dios”. Así, otro capítulo de la gran noche mágica terminaba.
Finalmente, en el Escenario Flow toda la atención y las luces fueron directamente a la gran invitada de la noche, una referencia pop para las espectadoras más jóvenes de la jornada, que desde el mediodía habían esperado con mucha ilusión la posibilidad de disfrutar el recital de Olivia Rodrigo. Con mucha profesionalidad y un espectáculo que sin duda quedará para el recuerdo de sus fanáticas y fanáticos, la joven estrella pop repasó sus principales hits entre los que no pudieron faltar “Crazy”, “Obsessed”, “Ballad of a homeschooled girl” y “Driver’s license” frente al piano. Un show que demostró, una vez más, la calidad de producción que destaca al festival hace años y también la capacidad para mantener a los jóvenes espectadores y artistas reunidos para celebrar.
“Diez años no son nada”
Los diez años de Lollapalooza Argentina confirman la vigencia, diversidad y capacidad de renovación que este megafestival ha tenido en nuestro país, y está edición especial volvió a reflejar en la organización de sus tres días; como también en su gran cierra. Un público caracterizado por la diversidad, entusiasmo y el acompañamiento a los artistas locales, emergentes e internacionales que a través de sus canciones conforman parte de la identidad de sus espectadores. Así, con una convocatoria que alcanzó las 300.000 personas y a pesar de un clima lluvioso y nublado, el Lolla brindó otro fin de semana para el recuerdo, para seguir construyendo por muchos años más un espacio dedicado a la música y el encuentro.