Después de cuatro años, el músico y productor José María D’Agostino, también conocido como Peta, lanzó su segundo disco llamado Lo bueno del tiempo y las decisiones.
Cuando presentó “Omni”, el segundo adelanto de este álbum, se notaba a las claras la presencia del ARP Omni, el sintetizador de finales de los ’70 que usa Ex-Colorado, siendo la esencia de su obra. En Lo bueno del tiempo y las decisiones, el sinte y las composiciones se hacen oír oscilando entre el krautrock y el dream pop.
Lo bueno del tiempo y las decisiones abre con “Vivir de sueños”, en colaboración con Pablo Mambo de Hiroshima Dandys, donde la música juega con la letra creando un ambiente oscuro pero con algunas vetas irónicas de luz. Peta canta que no se puede vivir de sueños, y como si fuese una crítica a lo más chiclé del coaching dice “nunca más un paso atrás / es un elogio a la terquedad”.
Le siguen “Omni” y “Dreamykraut”. Esta última, no posee letra y es la que resume o concentra, de alguna manera, la influencia musical del disco, que va desde artistas relacionados con el krautrock como Michael Rother y Thomas Dinger, pasando por los sintes de Stereolab, lo hipnótico de The Chemical Brothers, entre tantos otros.
“Páginas en blanco” es la historia de una ruptura. Le sigue “Pero no te olvides que…”, como un friendly reminder de que esas rupturas “te hacen real de nuevo”. Finalmente, el disco cierra con “Abre paso” y “La última frontera”, siendo ésta la más acústica, la más sutil y menos hostil. Como si después de esas seis canciones, la historia sea un amigarse con lo que pasó, a través del tiempo y de las decisiones.
El álbum fue producido de manera independiente, en su estudio Moloko, donde pasaron Bestia Bebé, Rosario Bléfari y Las Ligas Menores.
Podés escuchar Lo bueno del tiempo y las decisiones en Spotify o a continuación.