El músico y youtuber rafaelino charló con Indie Club sobre como fue producir Tecnología, la consolidación de su proyecto solista y la relación entre la producción de contenido y su música.
Lichi completó finalmente el lanzamiento de Tecnología, una trilogía de EPs donde recopila canciones que profundizan en la percepción de sí mismo, su historia, su forma de ver el mundo y los vínculos. El nombre no fue elegido al azar, se encuentra estrechamente relacionado con las intenciones de cada uno de los tracks. El rafaelino afirma que la manera en que nos relacionamos como sociedad, tanto actualmente como a lo largo de la historia, es una construcción que se va modificando a medida que lo requerimos.
Cada uno de los EPs contiene, a su vez, tres canciones significativas. Algunas son de propia autoría, pensadas exclusivamente para este proyecto; otras fueron escritas en conjunto con miembros de Los Usuarios, su anterior banda.
Tecnología #1 tiene una duración de alrededor de 13 minutos. Esta primera entrega está compuesta por “Resistir”, “Las herramientas” ft Jimmy Club y “Zamba de soles”. Es una mixtura entre lo analógico de las guitarras acústicas, los sintetizadores y producción digital del músico rosarino Lusio Synth. En definitiva, un approach digital sobre composiciones intimistas y folk, cercanas, por momentos, al folklore argentino.
Por su parte, Tecnología #2 es un trabajo mucho más minimalista que invita a desconectarse de los ajetreos de la vida cotidiana, a bajar un cambio para escuchar atentamente lo que sucede dentro nuestro y a nuestro alrededor. Algo de esa vibe intentó reflejar en el material audiovisual que acompañó el lanzamiento, donde puede verse a Lichi en el centro de la pantalla con un fondo absolutamente blanco y armado solo con su guitarra, haciendo mucho hincapié en la figura del trovador.
Ya en Tecnología #3 empieza con “Rafaeland”, un hit divertido y veraniego que corta de cuajo el clímax íntimo del episodio anterior. Fue producido por Tuta Torres, músico y productor que supo imprimirle un aura retrofuturista apelando a toda una gama de sonidos traídos de los años 80′, como los sintes analógicos, los “ruiditos” experimentales y las baterías philcollinescas. “Nicolás” fue otra de las canciones compuesta para Los Usuarios, en conjunto con Gabo Bocchio (ex bajista del proyecto), donde la mano de Tuta le cambia totalmente la impronta, volviéndola mucho más nostálgica y bailable a la vez. Finalmente, el EP cierra con “No lo pises”, una excelente elección para cerrar un álbum, y, por qué no, las fechas futuras.
¿Cómo te sentís con que ya están circulando las tres partes de Tecnología? ¿Cómo fue producirlo?
Estoy contento porque para mí que haya salido el último no significa que haya terminado, lo siento más como que recién empieza, ahora está el proyecto entero para escucharlo y para que salgamos a tocarlo. Ya estábamos tocando en vivo, pero poco y nada, ahora lo vamos hacer más. Y también contento porque puedo decir que tuve una idea, la planeé y fui llevándola a cabo y salió todo re bien. Y una idea súper compleja porque incluye la cuestión visual, la cuestión letra, música, grabar, producir, el tema de los invitados… O sea, todo, todo el plan, y se pudo hacer. Tecnología fue un proyecto que nació como una idea mía de hacer un disco donde yo pudiera jugar con las maneras de producir música. Cada vez que se me ocurre una idea para una canción la puedo llevar a cabo de muchas maneras. Esto es algo de lo que me di cuenta hace poco, de que una misma canción se puede hacer de muchas maneras. Entonces quise en este proyecto jugar con esas maneras. Y después se me ocurrió que en vez de hacer un disco con una ensalada de cosas, dividir bien y diferenciar cada uno, cada forma de producir y sean grupitos de canciones con sus características propias. Estoy contento con el recibimiento, que ya esté disponible para que la gente lo pueda escuchar.
Cada uno está producido por diferentes personas? ¿Cómo fue esa elección? El segundo lo produjiste vos.
Sí, se podría decir que sí, la palabra “producción” medio se fue transformando últimamente. En una época un productor era alguien que estaba detrás de la música y siendo el productor artístico opinaba sobre poner o sacar instrumentos, y hoy en día un productor es alguien que hace música y viene otro y canta arriba. El productor es básicamente el músico. Y en Tecnología significa un poco de las dos. Tecnología #2 lo produje yo porque soy yo solo y lo que suena o lo toqué o lo dirigí. En #1 y #3 son dos productores, Lusio Synth y Tuta Torres, con los que trabajamos de maneras distintas. En el #1 con Lusio jugamos a mezclar la cuestión acústica, hay más una impronta de cantautor de agarrar la guitarra, cantar con sus pistas y sus arreglos. En cambio en el #3 con Tuta, él hizo casi todo lo que se escucha y yo fui y canté arriba. Obviamente lo vimos entre los dos, pero lo hizo él, yo casi no toqué nada.
Tiene una unidad estética que se nota que es transversal a las diferentes partes, estás tres formas de producir es lo que le termina dando personalidad propia a cada EP.
Hay una idea visual que se mantiene en las tapas que son cosas de la naturaleza con partes artificiales: la flor que se enchufa, el planeta que se controla. Pero en los videos cada uno tiene una impronta diferente relacionado con el concepto de cada EP, por ejemplo el #2 es más introspectivo y en este vídeo estoy yo solo cantando. Fue una manera de respetar la personalidad de cada parte, de señalar esas diferentes formas de hacer música.
¿Cómo fue jugar con esa idea de tecnología y naturaleza? Hay algo bastante llamativo, sobre todo en los teaser donde utilizaron material de archivo relacionado a innovaciones tecnológicas de la vida cotidiana o sobre las exploraciones de la NASA, que es rescatar esas novedades como tal.
Es un derivado del significado de la palabra “tecnología”. Cuando usamos esa palabra lo hacemos en relación a los aparatos que nos rodean como computadoras o celulares, siempre relacionado a la modernización y al futuro. Y la tecnología puede ser una rueda o una soga que se usa para amarrar algo. Y esos teaser justamente juegan con esa idea, cada material alude a innovaciones que hace 60 años también se hablaba de ciencia y progreso, pero de hace 60 años, que es el pasado nuestro, en un momento representaba el futuro. Un poco esa era la idea, quise jugar con esa palabra. Me acuerdo que cuando se me ocurrió la idea empecé a buscar su significado, que es básicamente “formas de hacer cosas o un conjunto de herramientas que se utilizan para llevar a cabo determinada tarea”. Ahí me di cuenta que ese concepto se puede usar en un montón de cosas, se puede aplicar a por qué salta un conejo o por qué funciona un auto, o cómo se relacionan dos personas entre sí, o la sociedad, la política tiene su tecnología, el amor tiene su tecnología. Me dio pie para jugar con lo natural, lo artificial, el futuro, el pasado, jugar con los contrastes entre sí.
¿Cómo fue el criterio de recorte? ¿Qué fue lo determinante para distribuirlos como finalmente salieron?
Según lo que pedía cada tema, por ejemplo “Resistir” es un tema que tocaba con mi anterior banda, con Los Usuarios. Cuando la escribimos, lo pensamos para que sea de forma acústica, y siempre pensé que podía sonar de otra manera. Y con Lusio hicimos eso, le dimos esa otra forma que siempre pensamos que podía tener. En las canciones de #2 sentía que no le hacía falta nada más que yo cantando, entonces fui y las grabé de esa manera. Fue respetar lo que pedía cada canción en lugar de hacer lo que hubiera hecho en otra parte de mi vida que era agarrar la guitarra, caer a la sala de ensayo con la banda y decir: “bueno, toquemos este tema que tengo”, y todos los temas con los mismos instrumentos y la misma gente. En lugar de ir por inercia a eso, explorar que se podía hacer con cada canción, ver que me pide, que necesite y que no le sobre nada. Qué es lo que más me preocupa, no lo que le falta, sino lo que le sobre, por ejemplo, poner una guitarra o una batería que no le hacía falta porque ya estaba bien así.
“Resistir” no es la única canción de Los Usuarios, también hay una en #3 que se llama “Nicolás”, ¿Por qué decidiste incluirla?
Con esa canción había un aura de misterio ya hace tiempo porque nunca había contado de dónde salió. Hace un tiempo hice un vídeo en mi canal de Youtube que se llama Mi trágica adolescencia gay donde yo cuento mi adolescencia trágica (risas). A Nicolás lo encontré en una época en la que yo hacía años que me sentía solo en el universo, él que era el otro chico potencialmente gay como yo. Y el problema que hubo es que él no quería aceptarse, y yo estaba listo para que saliéramos al mundo los dos de la mano y no quiso saber nada con eso. Entonces él me borró de su vida y yo me quedé solo de vuelta. La historia de Nicolás es una en la que mucha gente se ve reflejada, porque a mí me pasó eso en el 2009 y a muchas personas le pasa eso en el 2021. Y se repitió muchas veces más en mi vida porque hay una cosa ahí con el aceptarse que por más que avancen los años sigue siendo muy difícil. Entonces la historia que viví con Nicolás es más común de lo que parece. Había hablado (en su canal de Youtube) de que esa canción existía, pero no estaba en ningún lado para escucharla. Cuando salió mucha gente la pudo tener y eso estuvo buenísimo.
Con Los Usuarios teníamos un planteo de esa canción y con Tuta craneamos otro. Le dije que quería hacerla, pero no sabía cómo, porque cuando la pensamos originalmente lo hicimos en base a lo que hacíamos con la banda en ese momento y la fuimos tocando de diferentes maneras: acústica, con banda, con saxo, etc. Fue cobrando muchas formas a través del tiempo, y le dije: “fijate que se te ocurre a vos” (risas). Tuta lo que hizo fue respetar la forma en la que está cantada. La letra es un lamento, entonces lo que hizo fue darle un contexto mucho más dramático, que me encanta como quedó. Es alucinante.
Ya con este material bajo la manga empezaste una etapa de consolidación de tu proyecto solista. Un proyecto que fue tomando diferentes formas según la ocasión: formato full band, acompañado de manera minimalista o en formato acústico.
Cuando me di cuenta que con Los Usuarios medio que nos repetíamos, que ya no me interesaba sostener ese proyecto que teníamos hace diez años, empecé a pensar que tal vez podía tener otro proyecto musical, uno en el que me diera más bola a mí mismo. No sé si por miedo a enfrentarme yo solo a eso o por qué razón, al principio lo pensé en formato banda. Le decía a la gente que LICHI era una banda y escribía todas las canciones yo, pero era una banda igual. Entonces junté a un grupo de amigos, hicimos una banda, que es genial. Y yo lo vendía como banda, por eso en el primer EP estamos los cinco en la tapa. Después esa idea se fue desdibujando. En principio, aunque yo lo quería imponer, los otros esperaban a ver que quería hacer yo, entonces en la práctica no terminamos funcionando como banda. Después, porque naturalmente quería escuchar mis necesidades artísticas de que cada canción no necesitaba funcionar sí o sí con todas esas personas, que podían funcionar en diferentes formatos. Y Tecnología un poco soy yo descubriéndo-me justamente.
Hay una experimentación muy marcada, queda muy claro que hay una búsqueda profunda en esas formas de hacer música en relación a vos mismo. Hay ahí un neo-folk mezclado con unos sintetizadores muy ochentosos que marcan mucho esa exploración.
Tengo una cosa de la que no me puedo desligar, que pienso sostener a futuro y es que soy re folk. Cuando compongo lo hago de esa forma, agarro la guitarra, escribo una letra y voy probando. Muchas veces me presenté en vivo así y siempre sentí que en ese formato estoy más tranquilo, que me entiendo más, lo que me sale mejor es eso, tocar con mi guitarra y punto, folkearla. Mucha de la música que hice, hago y haré es con Lusio que es un genio de los sintetizadores. Tiene 11 sintetizadores en la casa y colecciona teclados, le gusta imaginar sonidos. Entonces la cosa acústica, folkie, analógica, rústica mía con los botoncitos, lo electrónico y los sintes de Lusio, me parece que es lo que más me gusta como queda. En “Zamba de soles”, que es una zamba literalmente, tiene su mitad folk y su mitad Lusio (risas). Es un contraste que me gusta mucho, se genera en la música una conversación muy linda entre esos contrapuntos.
¿Sentís que te identificás con la figura del trovador? En esto de la relación con la guitarra, ¿lo recuperás de la figura de la canción latinoamericana o más del folk estadounidense, o es una mezcla de ambos?
Cuando me compré mi primera guitarra acústica mi referente máximo era Bob Dylan que era él con su guitarra y no necesitaba nada más. También con la armónica, que también lo intenté pero no me salió, no tuve paciencia, hasta me compré el armatoste ese que él usaba (risas). Siempre me sedujo la idea que una persona sola, íntimamente, con su voz y su guitarra te pueda contar una historia que conmueva sin hacer un montón de ruido. Además eso de hacer un espectáculo portátil, de enchufar la guitarra y canto, ni la enchufo, me parece genial. Y para mí la idea del trovador tiene que ver con eso, con una persona que te canta una historia que parte de lo personal, desde la experiencia propia. Hice eso sin proponérmelo, todas las canciones del primer EP tenían palabras como “yo”, “mí” entonces ahí me di cuenta que me estaba sacando las ganas de escucharme a mí mismo. Y cuando salieron esas canciones muchas personas se sintieron reflejadas en eso. Cuando mi cuestión íntima la hacía pública se hacía universal y eso me pareció fantástico. Creo que desde ese lugar me identifica.
¿Cómo es la coexistencia entre el Lichi productor de contenido y el Lichi músico? Hay mucho de ambos mundos que se cruzan, hay todo un entramado de códigos que se fueron generando con tus seguidores que fue materializando un “multiverso Lichi”.
Hay gente que me empieza a seguir en Twitter porque algo le pareció gracioso, y de golpe me preguntan “¿por qué está todo el mundo hablando de flan?”, entonces se da cuenta que fue algo que hablamos en otro lado, en un stream o en un vídeo particular y se tiene que poner a buscar para entender (risas). Muchas veces me preguntan lo mismo que vos, y no es algo que tengo tan claro, yo sé que hago cosas que me gustan, sé que siempre me gusta comunicar. Hacer Youtube, stream, podcast es un reflejo de lo mucho que me gusta comunicar, me encantaría hacer radio o columnista de un programa de televisión, me encantaría un montón de cosas. Para mí la música es lo central porque hago música de toda la vida, Youtube hace dos años, stream hace 6 meses, podcast hace algunos años, y son cosas que empiezan y terminan, o sé cuando empezaron y no cuando terminarán o en qué cosa se transformarán. Para mí es Lichi comunicador vs. Lichi artista, artista incluye la música, y comunicador incluye todo lo demás. Aunque Youtube también lo incluiría en artista porque también es una forma de creatividad. Siento que hay un Lichi central, como una columna vertebral que representa las cosas que quiero decir (y suelo decir). Hay gente que le sirve lo que hago en Youtube, y también le sirve la música que hago porque por más que sean formatos distintos siempre soy Lichi comunicando cosas, el respeto y la celebración por la diversidad, las cosas que viví, las cosas que siento, las cosas que me molestan. Son siempre las cosas que me pasan, pero en diferentes formatos. Y lo que une a todo es Lichi, la gorra rosa.
*Foto portada: Javier Acaro