El encanto y la energía de Hipnótica demostraron que su regreso fue esperado y celebrado, creando momentos musicales memorables.
El ambiente cálido de la sala grande de la Ciudad Cultural Konex comenzó a brillar con la presencia encantadora de Chechi de Marcos, quien fue la responsable de preparar el escenario perfecto para una experiencia musical inolvidable.
La cantante entrerriana presentó su nueva canción, “Esperanza”, y les regaló a los presentes un show super íntimo. La calidez de Chechi te hacía sentir como si estuvieses en el living de su casa escuchándola cantar como nunca. Su personalidad genuina acompañada del clima que se generó en la sala le dio mística al show. Chechi cerró su presentación con “Cecilia”, como broche de oro a una puesta en escena que se sintió como si fuera sketch improvisado en plano secuencia pero que, en realidad, estaba todo fríamente calculado.
Pasadas las 22:20 horas, Hipnótica tomó el escenario con “Cambiar”, marcando su regreso triunfal después de un año y medio sin presentaciones en vivo juntos. Desde el primer momento, el dúo desbordó energía y magnetismo, capturando la atención del público con cada acorde y cada palabra.
Durante la noche, Hipnótica no solo interpretó sus éxitos conocidos, como “Ciudad” junto a Rosario Ortega, sino que también cantaron sus últimas canciones por primera vez. Temas como “Aprende” crearon momentos nostálgicos en donde los aplausos fueron inevitables. Al igual que cuando cantaron “Hombre”, el tema que Nahuel Barbero le escribió a su papá, en donde la emoción se sintió a flor de piel durante toda la canción.
La emotividad de las letras se combinó perfectamente con la belleza del dúo y de la música en vivo, creando una atmósfera que parecía que iba envolviendo todo el escenario con magia. Las luces, el público, la acústica, hicieron que todo parezca salido de un cuento de “hadas indies” que fueron a escuchar su banda favorita.
Antes del cierre del recital con “No dejes de jugar”, el dúo cordobés integrado por Nahue y Hernán, interpretó por primera vez en vivo “Otra vez” y confesaron que se podría haber llamado “Géminis”. El final del show dejó a todos flotando y con la vara altísima. Hipnótica demostró no solo su talento musical excepcional, sino también su capacidad para conectar profundamente con su público, creando una experiencia que va más allá de la música.
El recital de Hipnótica en el Konex fue una celebración de la música en su forma más auténtica y emotiva. La noche no solo fue un concierto, sino una experiencia que deja a Hipnótica como una de las bandas nacionales con un gran futuro en la escena musical.