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La Valenti: “No podía enfrentarme a un montón de situaciones, así que me inventé un personaje”

El 12 de diciembre, la artista neuquina llega a The Roxy conPop, folclore y demencia”, un show donde presenta su nuevo disco La capitana.


La Valenti cerrará el año el 12 de diciembre en The Roxy presentando La capitana (2024), su más reciente trabajo discográfico, donde conviven el folclore, la electrónica y el pop. En su espectáculo “Pop, folclore y demencia”, encarna al personaje de “La capitana”: una mujer que tiene rasgos de distintas épocas sin perder actualidad. Entre sus referencias se encuentran figuras como Eva Perón, María Elena Walsh y Mercedes Sosa, junto a una estética que evoca tonos del universo de Almodóvar y una teatralidad que atraviesa toda su obra.

Aunque actualmente está de gira por España, se emociona al hablar de Neuquén, donde vivió toda su infancia y adolescencia. “Vengan al show con ropa cómoda y pañuelitos”, advierte, anticipando un espectáculo intenso y sensible.

Desde España, La Valenti conversa en profundidad con Indie Club, revelando detalles de su proceso creativo, del universo de La capitana y el show que se viene.


– ¿Cómo te está tratando España?

Es la primera vez que vengo de gira y tenemos once fechas programadas acá, así que estamos al tiro. Se dio la oportunidad de venir al BIME, una feria internacional de música. Hasta ahora hicimos tres fechas: dos fueron aperturas (una para Lola Parda, de Perotá Chingó y otra para Alan Sutton) y otra en Manresa, un pueblo cerca de Barcelona. Más adelante tenemos una fecha propia en Barcelona y otra en Madrid.

– ¿Cómo te llevas con tocar tantos días seguidos?

Me encanta. Es cansador, pero soy bastante disciplinada y tranquila, así que me preparo para este tipo de cosas. Voy al gimnasio, me alimento bien y trato de mantener esos hábitos incluso durante la gira. Esa es la clave. Yo quería que esto sucediera: estar trabajando todos los días, tocando, moviéndome.

– ¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Durante la gira, tenés tiempo de componer?

Siempre existe la fantasía de que, estando en otro país, vas a escribir. Hasta ahora, estando acá, no fui al estudio ni he creado nada. La gira dura cuarenta días, así que hay tiempo para que las cosas sucedan, pero tampoco estoy forzándolas. Le estoy poniendo más energía a los shows, que en cada uno la gente se lleve algo piola. 

Si surge algún momento creativo, tengo mi cuaderno y mi computadora listos. Además, vino conmigo NanQ, que es el productor del disco y con quien hago el show en vivo, así que si aparece la oportunidad de ir al estudio, estamos preparados.

En general, lo que más me gusta del proceso creativo es cuando las ideas llegan solas. Cuando de repente te cae algo, escribís y te sorprendes, como algo que viene de otro lugar. Pero muchas veces hay que inducirlo: sentarse, estar en el estudio y escribir como un ejercicio.

– ¿Qué referencias influyeron en La capitana, tanto musicales como de otros ámbitos?

Desde lo visual, estuve estudiando los procesos históricos de Argentina desde los años 50s en adelante. El personaje tiene una gran referencia a Eva Perón, por lo que investigué cómo se vestían las mujeres en esa época y con qué diseñadores trabajaban. Al mismo tiempo, quería que el personaje tenga detalles de distintas épocas: como una viajera en el tiempo y que, al mirarla, no se sepa exactamente de qué temporalidad viene. Por ejemplo, en los visualizers, escribe en una carta en una máquina de escribir y después está en el 2025. 

También hay algo del personaje Betty de Mad Men, una mujer inicialmente sumisa que se revela, con un cigarrillo y una escopeta en la mano. En cuanto a la referencia audiovisual, Almodóvar me influyó mucho, sobre todo en el uso del color. La parte folclórica está inspirada en el folclore más puro de Argentina. Busqué referencias en grandes figuras de la música y la poesía como María Elena Walsh o Mercedes Sosa, y más en el presente, Natalia Lafourcade. Para la parte pop, pensé en Madonna. Además, decidí incluir a Quimey Neuquén, porque soy de allá, y ese tema fue como un primer himno local, escrito por los hermanos Berbel, reconocidos folcloristas de Neuquén.

– ¿Qué particularidades tiene este disco?

Tiene esa cuota de folclore que siempre está presente en el proyecto, pero con un sonido mucho más electrónico. La forma de producir fue con máquinas y computadoras. El otro disco, R-Chop (2022), es más analógico: tomas únicas con banda en vivo, sin cortes y con un trabajo de mezcla fuerte para que no suene a live session. En cambio, este disco tiene otra búsqueda: podés editar, cortar, sumar detalles, probar efectos en la voz. Como está producido en computadora, me involucré mucho más en esa parte. Venía estudiando producción, y NanQ, que es muy generoso, me dejó producir junto a él. Aprendí muchísimo.

¿Cómo te llevás con la sensibilidad? Te escuché decir una de las veces que cantaste Volver al sur, que todavía no la habías podido cantar sin llorar. ¿Te sigue pasando? 

Esa canción me destroza. A veces, en la fecha que menos lo espero, me quiebro. Miro mucho al público cuando canto: me gusta ver sus caras e incomodarlos un poco. Si veo que mucha gente llora, me quiebro también. Además, siempre hay alguien del sur en el público. Cuando tocamos acá por primera vez, la sala estaba llena y pregunté: “¿Hay alguien del sur?” Había una pareja de chicas del sur, y apenas empecé a cantar, se quebraron en llanto abrazadas. No pude evitar llorar con ellas. Ahora lo controlo mucho más, antes lloraba siempre. 

¿Tenés presente a Neuquén?

Todo el tiempo. Cuando hicimos ese disco, extrañaba mucho, no me sentía bien en Buenos Aires: estaba muy ansiosa y afectada con el contexto político. No es lo mismo estar en otra provincia que a quince cuadras del Congreso, la vida se siente diferente. Vivo hace once años en Buenos Aires, me fui a los diecisiete. Cada vez que voy a Neuquén, me doy cuenta de todo lo que resigno por no estar ahí. Cuando estoy frente a la montaña o al río, pienso: esto es todo para mí. Hay lugares que te hacen bien y ya. Estoy dejando todo esto por un sueño de vida, que está buenísimo: estoy acá, haciendo música, y para que todo esto suceda, hay cosas que hay que resignar. 

¿Cuándo se inventó La Valenti? ¿Qué diferencia hay entre la persona y el personaje que se sube a cantar?

La Valenti es un caparazón. Yo no podía enfrentarme a un montón de situaciones, así que me inventé un personaje. Tengo amigas que a veces me dicen: “acá tenés que ser La Valenti”. En situaciones sociales, soy tímida y me gusta pasar desapercibida, pero cuando piso el escenario, me convierto. Me ha pasado de estar ranchando con gente y después que vengan al show y no entiendan cómo somos la misma persona. Es mucha la diferencia, como si alguien me poseyera. 

Lo fui trabajando. Hago teatro desde que tengo siete años, por una necesidad de pisar el mundo de otra forma, de ser menos tímida y tener menos miedo. Partió desde ahí, y después me enamoré de eso como una profesión. Me vine a Buenos Aires a estudiar teatro, y después apareció la música.

¿Hubo algún momento en que te diste cuenta en que iba en serio?

Sí, hubo un quiebre en un momento, fue una decisión. En 2018 cambié mi nombre de pila a La Valenti y empecé a desarrollar el personaje. En 2020, durante la pandemia, tuve cáncer y me volví a Neuquén. Ahí me aferré a la música, fue como mi flota flota. Siempre estuve muy agradecida de tener ese norte tan claro, porque en una situación de tanta vulnerabilidad necesitas algo que te convenza de que hay algo más. Si no hubiera tenido eso, no sé si habría tenido tanta fuerza para salir adelante. 

Yo hago un camino lento, de hormiga. Eso te da la capacidad de construir cimientos fuertes, para que cuando las cosas lleguen vos estés preparada. También sentí que esa decisión tomó forma real cuando empecé a vivir únicamente de la música. Hace dos años que no trabajo en otra cosa, y eso es súper poderoso, más en este contexto. 

– ¿Qué se va a encontrar la gente cuando te vaya a ver?

El show de Buenos Aires va a ser a todo trapo. El formato sigue siendo íntimo, de a dos, pero vamos a armar una puesta de luces potente y vamos a sumar otro caudal de vestuarios. Va a haber varios invitados, e incluso algunas reversiones especiales.

El show es una pista producida como si fuera un disco aparte. Eso fue muy lindo del proceso: cada canción fue trabajada desde cero. En el último tramo, el más electrónico, entre tema y tema mezclamos fragmentos de canciones pop conocidas, y la gente se prende enseguida. Para el show del Roxy queremos que ese bloque se extienda un poco más, porque es el momento más manija: nadie quiere que termine. 

Hay temas que habíamos producido pensando en reversiones electrónicas y después descubrimos que funcionaban mejor en el segmento acústico, así que va a haber algunos cambios. El show completo se llama: “Pop, folclore y demencia”, tiene un poco de las tres cosas. En el bloque acústico, “Corazón acústico”, el flash es que es La capitana dentro de los sueños de La capitana: más vulnerable, con otro vestuario y una atmósfera onírica, como si caminara sobre algodón. La idea para el Roxy es que el bloque del medio tenga un poco de ese espíritu más íntimo y folclórico. 


La Valenti estará tocando el jueves 12 de diciembre de 2025 en The Roxy, Niceto Vega 5542, con su show “Pop, folclore y demencia”. Advierte que se traigan pañuelitos, ropa cómoda y que estén atentos al dress code. Invita a que vestirse para la fecha sea parte de la experiencia, que aprovechen la oportunidad de ponerse la ropa que tengan ganas y que nadie los va a juzgar por lo que tengan puesto. Las entradas se pueden comprar en el siguiente link de AllAccess.

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