El ex miembro de Perras on the Beach consolida su proyección en solitario con un disco de matices amplios y texturas old school: funk, rap y samples que convergen en un estilo latino y propio.
Tras presentar “Ruta 7” como segundo adelanto, con la colaboración de Marki -Cantante de Terapia- y en complicidad con su hermano Dumelefant -Usted Señalemelo-, Joven Breakfast lanza su primer trabajo discográfico, El lado fresco de la almohada, compuesto por ocho piezas. Un disco esencialmente lo-fi, pero que va mutando en cada track, se expande y contrae, se dobla entre rimas y samples con la fluidez de un suspiro y la consistencia de una introspección.
“Lo-fi King” da inicio al álbum, una canción con reminiscencias de aquel flow cuyano del cual el propio Bruno Beguerie ha sido uno de los precursores. Destaca un ensamble de vientos que agudizan los sentidos progresivamente, mientras la lírica va construyendo una atmósfera que coquetea con el hip hop en su estado más clásico, profundizado por un bajo que sacude hombros y descontractura columnas.
Con “Melancolía” los sonidos se contraen, se intiman, empiezan a diagramar una sucesión de imágenes cálidas endulzadas por una flauta que invita a parpadear lento y mirar la nada. Como un abrigo recién sacado del placard, Joven Breakfast se dispone a cubrir una sensibilidad a flor de piel al igual que con “Legos”, una transición que se contrae con una mirada con vetas retrospectivas.
Para la mitad del disco la progresión se vuelve soul con “Ruta 7” y se vuelve abrir, como al comienzo, reaparece y florece el flow con la mística de barras descriptivas de un tiempo que fue y es, manteniendo la esencia. En la misma línea transcurre “El lado fresco de la almohada”, canción que le da el nombre al álbum. Se oscurece, como en un slow motion, y va relatando secuencias de una especie de amesetamiento emocional.
El disco empieza a cerrar con “Alma en pena”, que continúa el mood transitivo, con unas chapas de base melódica que erizan e inhiben los sentidos para que, con “Puff puff”, se de ese salto “despertador”: un retorno al mundo exterior con el cansancio asimilado para destrabar. Así, con todo sobre la mesa, “Amuleto” cierra esta búsqueda de resiliencia, aparece el ft. con Catalina con un toque de fondo necesario. Con unas lo-fi vibes con sintes que texturan el vacío mismo del fin, toma fuerza la voz de Catalina como guía en la nostalgia.
Las canciones confluyen como una story time que escenifican circunstancias que van de lo chill al drama, ida y vuelta, con giros críticos como sensibles para con la experiencia de un recorrido donde la música ha sabido ser ese compost donde se ha reciclado una perspectiva artística sin perder lo personal.
Podés escuchar El lado fresco de la almohada y más lanzamientos del 2023 en nuestra playlist de Spotify.