
Florián y Santiago Motorizado: un susurro nuevo para “Como dos extraños”
Un clásico del tango vuelve a ponerse en movimiento de la mano de Florián y Santiago Motorizado, en una versión íntima y despojada que cruza generaciones sin perder emoción.
Reversionar un tango no es solo enfrentarse a una melodía conocida: es dialogar con una genealogía emocional que forma parte del ADN cultural argentino. En “Como dos extraños”, Florián suma la voz de Santiago Motorizado para resignificar el clásico de Contursi y Láurenz desde una sensibilidad actual, íntima, pero sin traicionar la carga romántica y desgarrada que convirtió a la obra en un emblema del género.
El single se inscribe en el marco de Actos de Gentileza, el proyecto que Florián viene desarrollando como un espacio de reinterpretación del repertorio tanguero a partir de colaboraciones con artistas de distintas escenas. La premisa es clara: llevar estos clásicos fuera del museo, quitarles el polvo y acercarlos a nuevas generaciones desde una estética minimalista y emocional.
En este diálogo musical, las voces son protagonistas. Florián sostiene una interpretación serena, íntima, casi conversada, mientras que Santiago Motorizado aporta su sello inconfundible: una fragilidad rasposa, vulnerable, capaz de tensar el dramatismo sin sobreactuarlo. El encuentro funciona por contraste: no se buscan lucimientos individuales, sino un equilibrio emotivo que potencia el carácter confesional del tema. Son dos voces que parecen no cantarse entre sí, sino compartir el peso silencioso de un amor que todavía duele.
Piano, bandoneón y contrabajo delinean una atmósfera orgánica, de respiración amplia, donde cada instrumento encuentra su espacio. No hay artificios innecesarios ni capas que compitan con el relato: la canción avanza despacio, dejando que el dramatismo emerja desde la lírica y la interpretación, no desde la grandilocuencia. La modernidad aparece como una relectura respetuosa, más cercana al susurro que al golpe.
“Como dos extraños” no intenta “actualizar” el tango en clave pop ni volverlo un objeto de consumo liviano. Por el contrario, se presenta como un acto de reverencia creativa: tomar una obra atravesada por la nostalgia de otros tiempos y permitirle hablar en presente, sin edulcorarla ni convertirla en una postal retro. El dolor, la pérdida y el desencuentro siguen intactos; lo que cambia es el contexto y las voces que los cargan.
En la voz de Santiago Motorizado, acostumbrada a escucharse en clave de indie rock confesional, el tango encuentra un puente generacional inesperado. Su presencia no funciona como un aporte decorativo, sino como una pieza clave para acercar este repertorio a oyentes que quizá nunca se hubieran detenido en el género. Florián, por su parte, confirma su búsqueda artística: moverse entre herencias culturales sin quedar atrapado en ninguna, haciendo de la mezcla un gesto estético coherente.
Con esta versión, “Como dos extraños” renace como lo que siempre fue: una canción sobre el estrago emocional —y la decepción— del reencuentro. Pero esta vez susurra desde un presente sensible, austero y cercano, donde el tango deja de ser un pasado congelado para volver a ser emoción compartida. Es una declaración de principios: las canciones no envejecen, solo esperan ser habitadas.
