Las Luces Primeras, Las Sombras y Atrás Hay Truenos se juntaron para una noche explosiva en la décima entrega del festival.
Con once fechas programadas desde sus inicios en el 2023, el Festival Refreso se planta como un must en la escena musical porteña. Habiendo convocado a grupos icónicos del under desde Winona Riders a El Príncipe Idiota, no decepcionó en su décima iteración. Las Luces Primeras, Las Sombras y Atrás Hay Truenos fueron las estrellas de una noche a puro rock donde se mezcló lo más psicodélico y potente de la escena.
Las Luces Primeras
El grupo liderado por Mariano Peccinetti abrió el festival con su impronta entre psicodélica y surreal. En una variante algo más modernosa que sus compañeros de escenario, Las Luces Primeras supo infusionar sintetizadores y samplers a la fórmula rockera tradicional dando como resultado un sonido más fresco y sorpresivo.
Para la primera presentación de la noche, el grupo puso a bailar a toda la pista del club Lucille repasando algunos de los primeros temas de su discografía hasta su último EP, Lofi Chai (2023). Importando la impronta mendocina que marca al manso indie, el grupo de Peccinetti trabajó con finura al público que vibraba en la pista.
En una renovación del rock psicodélico que nació hacia la década del ’60, Las Luces Primeras supieron dar un giro de tuerca e incorporar a la fórmula un aire nuevo. Entre lo oscuro o surreal, las voces y los instrumentos se fusionaron para generar en clima que mantuvo cautivo al público durante el tiempo que duró la presentación. Como en un trance, la performance superpuso las canciones estirando hasta el climax esa tensión tan especial que saben crear.
Las Sombras
Entrando detrás sonido ensordecedor de un helicóptero al mejor estilo Pink Floyd, Las Sombras continuaron el festival. Directo desde La Pampa, el grupo puso el cuerpo sobre en escenario para dejarlo todo en una presentación única. Con líneas de bajo insuperables, rápidamente el público se reincorporó a las pistas para presenciar una performance que combina una corporalidad histriónica y una poética dura.
Trajeados y prolijos, perfectos a su manera, Las Sombras parecen sacados de otra época. Trayendo al escenario un rock como los de antes, hacen patentes sus influencias nacionales con una desenvoltura envidiable. Derrochando carisma, todos los integrantes cautivaban la atención del público siendo frontman al mismo tiempo.
Con un sonido frenético que no hace más que recordar a los primeros temas de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en aquel legendario Gulp! (1985) el grupo se planta del lado del rock más movido, aún con un magnetismo sobre el escenario digno de Fede Moura. Y es que su traslado a la ciudad de La Plata se ve a lo lejos. Sin entregarse a la vanidad, el grupo mezcló un rock agresivo con la dulzura de sus personalidades. Así y todo, la poética del grupo dominó en todo momento y explotó al final cuando dedicaron como último tema de la noche, “Rocanrol del idiota”, al “hijo de puta del presidente”.
Atrás Hay Truenos
Como broche de oro del festival, el grupo de origen patagónico que cumple veinte de trayectoria años este 2024 rompió todo lo que quedaba en pie. Con una potencia asombrosa y temas de largo aliento, Atrás Hay Truenos cerró la noche con una fuerza sin igual. El grupo liderado con Roberto Aleandri tiene, entre muchas cualidades, la capacidad de acoplar las voces a los instrumentos para golpear con conjunto. En un sonido que crece segundo a segundo apilando riffs y arpegios, alcanzan alturas insospechadas para volver a caer con potencia.
El público, aún después de dos presentaciones, se encontraba pleno para recibir y devolver el nivel que la banda le ofrecía. Sin dudas, los momentos más álgidos de la noche se dieron de la mano de Atrás Hay Truenos al punto en que no regresaron una sino dos veces en respuesta del archiconocido “una más”.
El cuarteto neuquino repasó durante su presentación clásicos de su época en LAPTRA en un repaso por sus orígenes en Romanza (2012), Encanto (2013) y Bronce (2016) hasta llegar al tiempo presente con su flamante doble Promesas (2023), compuesto por “Promesas” y “Posguerra”. Así, con una performance incomparable, el grupo demostró que a pesar de los años sigue permaneciendo vigente como bandera de género.
Después de tres show a todo lujo, el escenario del club Lucille se vació aunque el público continuó vibrando alto. La noche del festival Refresco fue, como acostumbra, un punto y aparte en la escena musical porteña y un referente en las movidas culturales contemporáneas. La siguiente parada sería el viernes 9/3 con las presentaciones de El Príncipe Idiota, Chechi de Marcos y Carolina Donati en una velada a puro folk-pop.
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