El ritual de Massacre reapareció en el C Art Media

Luego del reconocido recibimiento de dos galardones en los premios Gardel por su último álbum Nueve, y un destacado paso por el Quilmes Rock, la banda referente del skate punk latinoamericano reapareció con su gente en un show de dos horas para continuar su rito musical.


Massacre es venta, compra y canje. Como bien afirma Walas en cada oportunidad desde el escenario, no hay categorías, condiciones, ni inhabilitaciones que restrinjan la posibilidad de unirse a la gran aventura y congregación de la Diosa Marte y la medusa lunar.  Nunca las habrá y quizá ese sea la clave de un proyecto que en estos días convoca sin edades. Eso explica que un sonido y estética que reivindica las influencias y conceptos del movimiento anarco-punk tiene, en estos días, el seguimiento de los primeros y los recientes. Desde Cemento, pasando por el Obras Sanitarias y finalizando, la última noche, por el C Art Media.

El repertorio que presentaría la banda sería variado y un poco más extenso de lo habitual, repasando sus distintos trabajos e incluyendo, también, parte de sus últimos álbumes. Con esa variedad definida, cuando la banda afirmó su presencia, las primeras notas de “Majestial” y “Te arrepiento” generaron la reacción inicial del público; para que luego el poderoso riff que narra el destierro de “Plan B: anhelo de satisfacción” domine la sonoridad del espacio e invite a transitar el incierto desierto que la enigmática cadencia de “Ella va” suscitaría minutos después.

Massacre en el C Art Media
Fotos cortesía de Geiser.

A pocos minutos del comienzo, aunque sería una constante del espectáculo, un climax de futurismo, deseo y ensueño comenzaba a emerger por parte de las visuales que acompañaban cada trance y cada canción. Solo era necesario cerrar los ojos e imaginar sin límites. Así, “Jerry Garcia”, una gran versión de “Querida Eugenia” y la vertiginosa “Si quieren, pueden volar” continuaron en la lista. Los paisajes de un viaje desconocido se reflejarían en “La cita”, que luego daría lugar a la tierna e incrédula incomprensión de “Te leo al revés”. Entre breves pausas e interacciones con la gente, los símbolos del ritual aparecerían para representar aquello que “Mi mami no lo hará”, “El deseo”, “Riesgo” y otra gran versión de “La octava maravilla” lograron compartir.

Como había sucedido con anterioridad, no se concreta un ritual sin la simbología que constituya un mismo entendimiento. Una práctica que Massacre ha instalado en sus noches. Así, bajo la bendición budu y la influencia de la misticidad invocada, el repertorio siguió con “Sofía, la super vedette” y “La maquina del tiempo”. El primer y único invitado, luego de haber tocado previo a los Massacre, fue Sergio Rotman, para tocar una versión de “Tanto amor”. Tras la participación, la nocturnidad e inocencia de “Insomnio” fue la introducción para una alucinante versión de “Medusa lunar”, dos canciones que integran parte del galardonado álbum Nueve.

Massacre en el C Art Media
Fotos cortesía de Geiser.

Luego del trance, la inminencia de un final que el público quería prolongar no impidió disfrutar y continuar con “Ana”, “Seguro es por mi culpa” y “1984”. Por ello, la pausa posterior sugirió que los últimos minutos de un show que había sido completo estaba por concluir. Entre agradecimientos y aplausos, Massacre despediría con intensidad y categoría su noche en el C Art Media tocando “Sembrar, sembrar”, “Nuevo día”, “Tres paredes”; y, finalmente, “Diferentes maneras”. Tras la foto final, el ritual, una vez más, había movilizado a los presentes.

Massacre logra representar una estética que podríamos asociar con el rock de futuro, jugando con el proceso de experimentación que la banda construyó durante sus años de trayectoria, para ofrecer en la actualidad un sonido sofisticado pero cercano. Para quienes siguen a la banda hace años su simbología y referencias no son ajenas, sino parte fundamental del mensaje y la propuesta. Esa conexión genuina con lo contemporáneo se expresó en una convocatoria que reunió, como lo hizo meses atrás en su presentación en el Obras Sanitarias, a públicos de distintas edades. Amigos, padres y madres con sus hijas, seguidores anteriores, y los que por primera vez presenciaban un recital de la banda, se congregaron a otro ritual; uno que esperemos que continúe.

Mirá más fotos del show de Massacre en el Complejo C

Fotos cortesía de Geiser.
Fotos cortesía de Geiser.
Fotos cortesía de Geiser.
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Fotos cortesía de Geiser.
Fotos cortesía de Geiser.

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