duki desde el fin del mundo

Duki deja su huella con “Desde el fin del mundo”

En su segundo disco, un nuevo Duki nos habla con agudeza de su fama, sus excesos y la escena del trap en esta parte del globo.


Lo mío son años, sudor y trabajo, no digas que no nos costó / si más de uno dice que me odia pero quiere ser como yo / ya van cuatro año’ desde que empezamo’ y seguimo’ teniendo el control”, reflexiona en tresillos Duki, haciendo referencia a “No vendo trap” (2016), su primer single, y el ascenso meteórico tuvo y lo trajo hasta hoy. Desde el fin del mundo, el segundo álbum de Mauro Lombardo, reconfirma su epíteto como máximo referente del trap argentino y muestra la madurez del rapero.

El primer corte había sido “Muero de fiesta este finde”, en colaboración con Ca7riel. Rockera y pesada, la canción se destaca por tener una batería muy presente, llena de rápidos fills y potentes redoblantes. En la letra, es curioso la mezcla de referencias old school “En la calle toy jugando como Pippen” -aunque más adelante en el disco se comparará con Campazzo- en simultáneo con referencias modernas, como “Twenty one guns, como Green Day”, haciendo referencia al hit de 21st Century Breakdown (2009), álbum que no tuvo la popularidad de American Idiot (2004) o, valga la homofonía, Dookie (1994).

En marzo apareció “Chico estrella”, el cual comienza con un loop de guitarra acústica al que se le suma una base de trap y pequeños elementos electrónicos que acompañan la melodía. Pero lo curioso estaba en la mezcla: el nivel de graves no estaba al tope, como suele pasar en el género, sino que daba más espacio a los instrumentos, especialmente a la voz, logrando así una producción más pop. De a poco, Duki empieza a cambiar las estrictas reglas del juego del trap.

A lo largo de los otros 16 temas que componen Desde el fin del mundo, notamos a un Duki despierto, consciente de su fama y de los excesos. Quizás la frase que resuma el álbum sea un verso de “Mi diablo”: “Pero ahora estoy relaja’o / mami, estoy cayendo pa’ arriba”, explicando cómo se siente ante la rapidez de su éxito y de qué manera puede lidiar con ello. El vértigo lo lleva a la cima de una manera fugaz.

“Mi diablo” parece ser un resumen de su vida. Desde su infancia y el abandono de la secundaria hasta el día (“Dejé el colegio y terminé los estudios en la street“), su cambio rotundo post 2016 (“Al principio me costó, por esto casi pierdo la vida”) hasta la actualidad y lo que representa en el mundo del trap nacional (“Balling como de costumbre, de mi liga el MVP / siempre poniendo en alto la tierra dónde nací“).

La voz más desgarrada de Mauro, estampada en 2018 con “She don’t give a fo” y lograda gracias a una garganta carrasposa más el efecto del autotune, aparece en “I don’t know”, en donde nos muestra que además de tanto bling bling también hay desamor. Al igual que “Rápido”, su antecesora, esta canción retrata la vorágine en la que vida el músico, que hace que pierda a la mujer con quien busca reencontrarse.

No va a haber Bizarrap Session con el Duko -por ahora-, pero la colaboración del productor argentino se hace presente en “Malbec”. La melodía de la quena en el beat no nos lleva al norte de nuestro país, sino a una época medieval europea y Duki parece ser el rey, quien ironiza: “Llegué a la ciudad y me reciben como si fuera un boss / Cada vez más pega’o y ni yo sé cómo pasó“.

Las incursiones al mundo del rock/pop son habituales en Desde el fin del mundo: una base pop punk en “Muriéndome” (feat Khea), una guitarra cristalina más un sintetizador pop en “Ticket” y diversos arreglos alternativos en “Sol” – sumados al ya mencionado “Muero de fiesta este finde”- son algunas de las adiciones a los clásicos hihats traperos y el autotune que reinan en el LP.

La cohesión general del disco (gracias a los productrores Yesan y Asan) hacen que los (extensos para hoy en día) 57 minutos de duración sean más disfrutables que los 32 de Super Sangre Joven (2019), álbum debut de Mauro. La tapa del álbum ilustra al país que está “al fin del mundo”: de Ushuaia a La Quiaca, esto es trap argentino, y el trap argentino suena así.

Podés escuchar Desde el fin del mundo en Spotify haciendo click acá.

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