El nuevo álbum del dúo no se trata solo de poner música para mover el cuerpo, sino de contar historias de amor reales, con sus luces y sus sombras, con esa mezcla rara de tristeza y esperanza que todos conocemos.
Después de romperla con su primer disco Regresa (2020), Buscabulla, dúo que forman Luis Alfredo Del Valle y Raquel Berrios, vuelve con Se amaba así, un segundo álbum que no solo mantiene ese flow tropical-electrónico que los caracteriza, sino que además mete más profundidad y emoción en cada tema.
Lo primero que se nota escuchando el disco es lo bien que funciona esa combinación entre ritmos caribeños (como la salsa, el merengue, el calipso) y la electrónica moderna. Pero ojo, no es una fusión hecha sin pensar, sino que está cuidada, con capas de sintetizadores que a veces parecen flotar y bases rítmicas que no te sueltan. Esa mezcla crea diez canciones que podés escuchar en casa, tranquilo, o subirle el volumen y dejarte llevar en una fiesta.
Pero lo que hace que Se amaba así destaque es la honestidad con la que Luis y Raquel se muestran. Las letras, las voces, esa forma de cantar casi como si estuvieran conversando con vos, ponen sobre la mesa temas que no siempre son fáciles: el desgaste en las relaciones, el dolor de la distancia, el duelo por lo que se fue y también la fuerza para decidir seguir adelante. No es un disco de amor perfecto ni idealizado, es amor en estado puro, con todas sus contradicciones.
Y esa mezcla de sinceridad emocional con producción fina le da al disco de Buscabulla una vibra única. Hay momentos más suaves y melancólicos, con sonidos etéreos que te envuelven, y otros más rítmicos que te invitan a mover el cuerpo pero sin perder ese toque nostálgico. Es como bailar con la tristeza, y de alguna manera eso hace que la experiencia sea aún más intensa.
También se siente que en esta vuelta el dúo se anima a mostrar más su lado humano. Por ejemplo, en algunos temas Luis toma la voz principal y le da una textura distinta, un poco más áspera, que aporta variedad y realismo. Eso ayuda a que el disco no suene homogéneo ni aburrido, sino que tenga capas, como esas relaciones que tienen momentos buenos y otros complicados.
Otro punto importante es que aunque las raíces latinas y caribeñas están ahí, el disco no se queda pegado en un solo género. La electrónica, el pop y lo experimental se mezclan con mucha naturalidad, mostrando que el dúo ya no está para etiquetas ni límites, sino para jugar y explorar sonidos nuevos sin perder su esencia.
En definitiva, Se amaba así es un disco que tiene ritmo y alma, que no te deja indiferente. Te hace sentir esas emociones raras que vienen con el amor y la pérdida, pero te dan ganas de seguir bailando y buscando. Es un álbum que crece con cada escucha, porque a medida que te metés en sus capas, entendés que hay mucho más que solo buenas melodías.
Si todavía no conocés a Buscabulla, este es un gran momento para empezar a escucharlos. Y si ya sos fan, vas a ver que acá hay una evolución clara: mantienen lo que los hizo únicos, pero ahora con una madurez que hace que su música sea todavía más poderosa y cercana. Un combo perfecto para estos tiempos donde necesitamos conectar con lo que sentimos, sin dejar de movernos.
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