El porteño lanzó su álbum debut, Cariño, acaso no lo ves?, que toma el primer indie folk y le impregna una mirada centennial sobre el amor.
Los ojos de Agustín Andribet están perdidos, mirando algo que tampoco parece tener mucho valor, pero que sí es más importante que la foto por tomar. En el mundo musical él es Andry Bett y ese interés sesgado se transforma en una preocupación introspectiva por los sentimientos, en particular por el amor, tema retratado en Cariño, acaso no lo ves?, su disco que venía trabajando hace dos años.
Como en la era analógica, el álbum se presenta dividido en dos caras pero entrelazadas por una constante: el amor, en cualquiera de sus formas. A sus 22 años, Andry Bett puede sentir desde el amor roto de un padre con su hija hasta la excitación adolescente y su ruptura subsiguiente.
Cariño, acaso no lo ves? comienza con un tema de introducción, pero que también tiene nombre y le da el título al álbum. En los primeros segundos de “Acaso no lo ves?” se escucha un sample de un predicador estadounidense. En palabras de Brett, “En esas iglesias hablan mucho de la relación personal con Dios y hablan más de él como “el amor”, y la capacidad para superar la adversidad. Entonces, tuve la idea de reinterpretarlo y reapropiar un poco ese discurso para que introdujera los temas centrales del disco”.
La orquestación que acompaña al sermón podría bien salir de los temas más tranquilos de In an aeroplane over the sea, con sus trompetas en primer plano y guitarras acompañando. Tanto las palmas en los contratiempos como la cadencia plagal nos vuelven a llevar al mundo del góspel, en donde Brett entona “Acaso no lo ves? / En cada amigo / En cada abrazo / Está con vos“.
“Casi que no” nos lleva al glam de principio de los 70s, no por guitarras estridentes o por tener una impronta provocativa, si no por el tono vocal que refina Bett, acercándose al Marc Bolan de Electric Warrior. La balada folk es acarreada por una guitarra acústica y un piano que se encargan de dar el marco tonal de la canción. En las letras, Andry opta por ser directo y sencillo, repitiendo las estrofas para enfatizar el mensaje. Mientras que en “Casi que no” admite que “Ahora ya no / Estoy tan mal / Ahora ya no / Me siento mal“
La suave voz setentosa de Andry se conecta con la pista de baile en “Dame tu amor”, segundo sencillo lanzado por el artista. Con una estrofa más groovera, los sintetizadores danzan con las guitarras sobre una base post-disco en la que LUPE, única invitada del disco, agrega unos coros en forma de onomatopeya pop.
El lado B del disco abre con “A través de mí” y vuelve a combinar la instrumentación de piano, guitarras acústicas y trompetas pero esta vez en un plano más triste y desolador. Ante la pérdida del amor, Andry se confiesa: “Y ella mira / A través de mí / No tengo secretos / Todos se los dí“. Al revés de la canción de Paul McCartney, esta vez es el cantante quien se siente vulnerable y expuesto.
Ignacio Acevedo fue el coproductor del álbum y también estuvo al mando de los arreglos y la mezcla, mientras que el propio Andry Bett e Ivana Esersky elaboraron la fotografía y el arte de tapa. Podés escuchar Cariño, acaso no lo ves en Spotify o bien a continuación: