
Taichu y “Hotcore”: el cuerpo como pista de baile
Hotcore es el segundo disco de Taichu y una síntesis de su recorrido reciente. Con colaboraciones y una paleta sonora más pulida, el álbum redefine el “hotcore” como una actitud artística más que como una etiqueta musical.
Taichu, la diva pop del underground, ha lanzado el disco Hotcore el pasado 5 de diciembre. Se trata de su segundo álbum de estudio. Desde su trabajo en RAWR (2023), su antecesor, la artista ya venía insistiendo con el concepto de “hotcore”, un género musical que podía trasladarse a cualquier tipo de música que ella interpretara. Se caracterizaba por su sonido sucio, agresivo, caótico. Sin embargo, con la salida del álbum Hotcore, la cantante cambió de parecer y dejó en claro que se trataba más de una estética visual y sonora que de un género musical propiamente dicho.
Hotcore abre con “POV”, que fue también el primer corte de difusión del disco. Se trata de un electropop de pulso bolichero, cargada de sintetizadores y con una base rítmica insistente. El tema funciona como una carta de presentación clara del álbum: menos caótico que RAWR, pero igualmente cargado de actitud, sensualidad y una energía frontal que apunta directamente a la pista de baile.
Le sigue “Fantastic Track”, coescrita en colaboración con Lali. Incorporando un sample de “Diva”, de Beyoncé, “Fantastic Track” es de las más oscuras del álbum. Sostenida por una base electrónica densa y repetitiva, el tema se mueve en un clima nocturno, casi opresivo, atravesada por una sensación de amenaza constante.
“Vicios en Vice City” es un pop con elementos del trap que fácilmente puede recordar a la Taichu de la vieja escuela, de cuando su música se apoyaba en los códigos del trap. La canción avanza sobre una base rítmica marcada y una melodía vocal pegadiza.
El siguiente tema, “IA v5”, tiene un clima de vulnerabilidad, donde el deseo romántico aparece ligado a la entrega total y la pérdida de control. Esa tensión se traduce en una producción electrónica tensa y envolvente, con capas digitales que refuerzan la sensación de alienación y desgaste emocional.
“Dnd estás” es una canción reciclada, de cuando ni siquiera había salido RAWR. Encontró su lugar en Hotcore como una pieza que dialoga con el pasado de Taichu, pero resignificada dentro del nuevo concepto del disco. Musicalmente, se apoya en una estructura pop con elementos de dubstep.
“Los Angeles” es una bachata, y uno de los momentos más interesantes de Hotcore. Fue el segundo corte de difusión del disco, y una de las pocas veces que pudimos escuchar a Taichu en un género que se sale de su zona de confort. En palabras de la misma cantante, trata sobre “un amor que no va para ningún lado”. Logra un contraste efectivo entre la cadencia de la bachata y una interpretación vocal contenida, casi melancólica.
“Freak Match”, que fue escrita en colaboración con BB Asul. Es uno de esos temas catárticos y característicos de Taichu. Musicalmente, se apoya en una base electrónica agresiva y repetitiva, con una interpretación vocal urgente, casi visceral, que recupera el costado más caótico de la artista y funciona como uno de los picos de intensidad del disco.
“Weapon”, un featuring con la cantante canadiense SadBoi, refleja la faceta más trap del disco. El tema se construye sobre una base oscura y minimalista, con bajos profundos y una atmósfera densa que remite al trap digital.
“Castigo” es una canción que Taichu escribió ni bien salió RAWR, pero que nunca había salido a la luz. Sin embargo, desde entonces la toca en sus shows. Es un reggaetón de pulso lento y clima oscuro.
“Shine Club” es un featuring con la artista francesa Coucou Chloe. Taichu la ha mencionado como una inspiración personal para el concepto musical de Hotcore. Construida sobre una base electrónica fría y experimental, la canción profundiza el costado más oscuro y sensual del disco, con una producción que prioriza la atmósfera por sobre la estructura tradicional.
“Stiletto” es quizá el momento más rave del disco. Escrita por Taichu en una semana un tanto caótica, la canción canaliza esa urgencia a través de una base electrónica acelerada, repetitiva y cargada de tensión, pensada claramente para el cuerpo y la pista de baile.
La siguiente, “QQ”, contiene un featuring con el español Rojuu. Las líricas de él fueron grabadas en España. Musicalmente, la canción se apoya en una base pop electrónica de tempo medio, con una atmósfera que contrasta con los momentos más explosivos del disco.
“Não Tem Fim (garota fav)” es otro tema de desamor. La canción se apoya en una estructura pop delicada, con una producción contenida y una interpretación vocal vulnerable, donde Taichu se corre momentáneamente del exceso y la provocación para poner el foco en la pérdida y el desgaste emocional.
Por último, “Pulso”. Inspirada en la música electrónica de The Prodigy, la canción recupera una energía cruda y agresiva, con beats acelerados. Como cierre del disco, funciona casi como una declaración de principios: Hotcore se despide volviendo al impacto físico del ritmo, reforzando la idea de un álbum atravesado por el cuerpo, el exceso y la pulsión constante del movimiento.
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