Chita se reinventa en “Hay que estar en mi lugar”
Todo apuntaba a un giro, y este lanzamiento confirma que la artista decidió abrir una nueva puerta en su sonido y en la forma de mostrarse.
Chita vuelve a escena con “Hay que estar en mi lugar”, un single que marca el inicio de una etapa distinta. Las señales ya estaban a la vista, una presencia más reservada en redes, una estética renovada con su cabellera rubia y referencias sutiles al clásico de Pimpinela.
En esta canción, Chita retoma una narrativa emocional muy directa. Expone contradicciones, inseguridades y tensiones de un vínculo desde un lugar honesto, sin dramatizar ni endulzar. La letra funciona como una declaración con la que cualquiera puede conectar con facilidad, y que al mismo tiempo muestra una madurez distinta a la que vimos en su etapa más pop.
Musicalmente, Chita se aleja del pulido electrónico de Atelier para acercarse a un registro más íntimo, con tintes acústicos y referencias que rozan el tango y el bolero. Es un terreno donde su voz se luce especialmente, permitiéndole jugar sin sobresfuerzos. La producción de Pablo Rouss sostiene esa búsqueda con discreción, dejando que la interpretación sea el verdadero centro de la canción.
Este cambio aparece como un paso lógico dentro de su evolución artística. La canción recupera algo de la Chita de sus primeros trabajos, más cruda y cercana, pero combinándolo con la solidez que ganó en estos años. Hay una sensación de regreso y de reinvención al mismo tiempo.
“Hay que estar en mi lugar” funciona como un anticipo claro de la dirección que podría tomar su nueva era. Es un lanzamiento que llama la atención por su identidad marcada y por la forma en que reubica a Chita dentro de un sonido que le pertenece. Un single que abre puertas y deja la expectativa alta para lo que viene.
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