“Colapso”: la resiliencia pop de Lisa Scha
La artista nos da un disco que escarba desde la urgencia y la emocionalidad nos retrata ambientes que van desde lo caótico del baile a lo más oscuro.
Hay épocas donde la música acompaña a su contexto. Colapso de Lisa Scha es un edulcorante que maximiza las penurias de la oscuridad de la noche. No se regocija, lo ve como un punto de fragilidad o como una guía para subsistir en ella.
El año pasado ya había desarrollado su pop incómodo con su LP debut Posesa y el EP ES EL POP ESTÚPIDA: VOL 1. Ahora, Lisa Scha hizo un disco de pop mutante con muchos elementos de diferentes lados. Pasando de lo industrial a lo hyper, desde lo más convencional del art pop a lo electrónico. En esta ocasión la acompaña en la producción Santiago Toranzo de la banda La Vida Secular.
El disco es un cataclismo constante, no solo por su sonido abrasivo, sino por la locura que empuja hacia lo lisérgico. Las letras acompañan con rupturas emocionales y esa urgencia de escapar. Las texturas en ese ámbito no son constantes, cambian como los estados de ánimo.
“El deseo lo voy a buscar”
El disco comienza con “Colapso” y “Antichrista”, donde se ve ya una búsqueda artpop en la ambientación (las cuerdas), pero mucho más en las melodías vocales que se deforman. Es como adentrarte en un sueño o despertarte en una realidad ensordecedora. Todo se siente como una fiesta con las luces apagadas con luces estroboscópicas donde todo acontece. Excesos, disfrute y deseo, donde la energía y la posibilidad de sacar todo con el baile se consigue.
El mundo lisérgico se vuelve cada vez más real. Colapso es un disco hecho para transpirar temas como “Flashback”, donde la música te arrastra a lugares a los que no querés regresar. Esa musicalidad tan abrumadora nos lleva a esos momentos.
Después de los golpes emocionales aparece “Crecer” y sin respiro: “Hay una parte de crecer / que nos deja comiendo sola”. Con la frase, abre un capítulo más vulnerable, donde la producción se apaga por momentos y los detalles toman protagonismo.
En estos momentos donde todo es efímero, Lisa Scha hizo un disco de quince canciones que redondea una obra completa, donde cada detalle cuenta. Una búsqueda por algo que taladre en el pensamiento y no sea de una escucha simple. Como en “Ojos de jaula”, donde el sonido te llena de tanta presión que te encarcela.
“Si no hay amor lo tiro a la basura”
Colapso avanza con temas donde explora diferentes tipos de atmósferas, donde lo más importante es la interacción de este mundo digital con lo analógico, como “Hipersensibilidad”. Donde el post industrial, como en “Tu novia tu enemiga”, es apabullante o con mucha velocidad como “Demonio”.
A partir de ahí, el disco comienza a bajar la velocidad, como si la noche estuviera apagándose. Y en ese descenso aparece “Chica”, una de las canciones más frágiles del álbum, acompañada por guitarras acústicas y destellos de notas brillantes “Tengo el manual para destruirme / sé paso a paso lo que tengo que hacer / y si lo hago, lo hago para estar triste”.
“Chica, tené cuidado por favor / Lisa, tené cuidado por favor”
Buena parte del disco transita la incomodidad emocional, esa dificultad para vincularse o decir lo que se siente. Eso aparece en canciones como “Para mí”, donde el no pertenecer y estar siempre fuera del confort es un tema central y conecta directamente con “En guerra”. También se ve en canciones como “Mi deseo”, donde las voces partidas se compaginan para decir: “Ni novia, ni enemiga, ni esa forma perdida / soy solo una chica que trata de amar / listo, yo te perdono y acá abandono / ahora sí, por fin, me puedo borrar”.
Colapso es un disco sobre ver a tus demonios en las sombras cara a cara en un mundo quebrado. Donde las emociones se vuelven aún más complejas y te llevan a lugares recónditos y oscuros. Pero que al final lo importante es dar estas batallas y buscar transformar. “Ilapso” es es final esperanzador que te deja con energía para seguir.
El final te deja desorbitado pero a la vez conmovido, con todo su camino para llegar a él. Quererse y cuidarse a uno mismo, qué dificultad. Hoy en la realidad todo es frágil, y por momentos este puede colapsar en mil partes, y dentro de eso está nuestras emociones tratando de combatir o armarte por pedazos. Este disco sale desde la emocionalidad individual se desperdiga en un contexto social urgente. Con COLAPSO, Lisa Scha nos da un retazo de su vida de forma intensa pero que tiene como resistencia a la obra pop.