La cantante noruega llegó a Buenos Aires luego de siete años de espera y repasó toda su discografía en un enérgico show en el que abundaron cantos, lágrimas y baile.
Sigrid, nacida Sigrid Solbakk Raabe, es una compositora y cantante noruega de 27 años, que desde 2017 viene conquistando corazones en todo el mundo. En el marco de su primera gira latinoamericana, visitó nuestro país por primera vez y la acumulación de emociones de sus devotos fanáticos explotó en un espectáculo de cantos, gritos y disfrute.
La encargada de calentar al público que iba llegando al Teatro Vorterix de Buenos Aires fue la argentina Paula Prieto. Con un setlist que incluyo temas propios y covers, entre ellos “Make you feel my love” de Adele y “La fama” de Rosalía, la porteña cautivó a todos con guitarra, su armónica y sobre todo su desenfadado. Al terminar su set y mientras el equipo preparaba el escenario para el inminente show de la noruega, sonaban temas de Taylor Swift y Tame Impala que la gente coreó con ganas, ya anticipando el despliegue pop que se venía.
A las 21 hs se apagaron las luces y al grito ensordecedor de los fanáticos aparecieron rápido los músicos para tocar los primeros acordes de “It gets dark”. El single, que fue el primer lanzamiento de su segundo álbum, es uno de los más grandes éxitos de la noruega, por lo que ni bien apareció Sigrid, el público cantó y saltó toda la canción.
Fiel a su estilo sencillo, la artista vestía zapatillas, remera blanca y jeans. Desde el principio de su carrera Sigrid rechazó las presiones impuestas a las artistas pop femeninas en cuanto a vestuario, baile y espectáculo. En la misma línea estaban sus músico, todos vestidos de negro. Con apenas un show de luces y una pantalla con visuales abstractos detrás, Sigrid deja que su voz, su energía y sus letras hablen por si solas.
El despliegue vocal siguió con “Burning bridges” y “Plot twist” en las que Sigrid hizo unos cuantos arreglos con solos de guitarra y voz que cautivaron a todos. Al grito de “Olé, olé olé”, el público le dio la bienvenida a la artista. “Después de siete años de leer cada uno de sus comentarios y mensajes, finalmente estamos acá, y por su energía ya puedo ver que será un show increíble”, se presentó la noruega antes de seguir con la favorita “Sucker punch”.
En lo que fue un repaso por toda su carrera, Sigrid siguió el show con canciones como “Mine now”, “High five” y “Head on fire”. Al terminar cada canción, los fanáticos se presionaban contra el escenario para devolverle a la artista un poco de esa energía que ella tenía. Los cantos, los gritos y los “I love you” fueron casi tan protagonistas como la música en sí.
Concluida la primer parte del show, Sigrid presentó a sus músicos: Kasper Waag en la batería, Sondre Berg en la guitarra que tuvo bastante protagonismo, Peder Kolsung en teclado y Liva Sværen en el bajo y coros. Todos acompañan a la cantante hace varios años.
El show siguió con un set acústico. Sigrid, sola con el piano, se sentó a hablar un poco con el público, tocó una melodía al ritmo del “Olé, olé, olé” y reveló que esta gira por Latinoamérica simplemente superó todas sus expectativas. Al cantar “Home to you” el público reveló un fan action que emocionó muchísimo a la cantante: Carteles que en ingles decían “Vos sos nuestro lugar seguro”. Le siguió “Grow” en la que su voz tomó todo el protagonismo y se lució, maravillando al público que acompañó con flashes prendidos y mucha emoción.
La tercera parte volvió a explotar la energía con temas como “Wanted it to be you”, “A driver saved my night” y “Don’t kill my vibe”, con la artista bailando y recorriendo todo el escenario. Con mucha calidez y carisma, Sigrid sorprendió a todos igualando la energía del público argentino a la perfección, algo poco común en artistas internacionales.
Luego de un falso final que duró apenas un minuto, la cantante volvió al escenario con una camiseta de Argentina para cantar los éxitos “Mirrors” y “Strangers”. En cuanto apareció, el Vorterix se vino abajo. Los saltos y los gritos fueron ensordecedores. Al finalizar (esta vez de verdad), una Sigrid emocionadísima agradeció por el increíble show y prometió volver.
Fue una noche gloriosa para la noruega, que despidió a los fanáticos al ritmo de “Dancing Queen” de ABBA. Una elección acertadísima que dejó a todos los presentes cantando hasta en la calle. Queda claro que el público argentino estuvo a la altura del hype y seguramente estemos en agenda para la próxima gira de Sigrid.