Tras haber sacado el single “Puedo con esto (fuera de foco)”, el dúo de Paloma Sirvén y Tomás Wicz cerró el 2021 con La sombra, un EP que recopila cuatro canciones que nunca habían salido a la luz.
En los procesos de creación de un disco es muy común que haya canciones que quedan afuera. Este EP es una unión de esos temas, pero no se nota. La sensación es que fueron creadas con el propósito de estar juntas, porque La sombra no sólo es conceptual, sino que cuenta una historia, que podría ser la historia de cualquier persona.
Todos los cuerpos tienen sombras. La sombra existe porque existe la luz, y viceversa. Siempre van juntas. Esa es la idea. Pero Plastilina explora el adentro y la define como “sensación latente de identificarse y no admitirse” y como “reflejo del alma desnuda en plena oscuridad”. Entonces la sombra no queda ya como algo externo, simboliza a los fantasmas y los miedos que tapan la esencia, que están siempre ahí, adentro.
“Cemento”, el primer tema, producido por Leandro Rivadulla y Tomás Wicz, no llega a los dos minutos. Es corto, conciso y loopea sonidos que juegan con la ansiedad del que escucha. Logra meterlo en la cabeza del personaje, que dice “No sé cómo hacer / para volverme a ver”. Algo lo persigue, lo obnubila y no puede escapar.
“Fantasma”, con la producción de Tomás y de Juan Cruz Marino, es la continuación de la historia. Un electropop oscuro en el que el personaje llama a sus miedos para hacerles frente, ya no se escapa: “Ven aquí / ven aquí, fantasma”.
Mientras tanto, “Cara de cera” es una especie de r&b conjugado con lo-fi que detalla el enfrentamiento mismo: “Quiero ver las cosas que se esconden en mi sombra / para poder revelarme”. El personaje, que hasta ahora estuvo encerrado en sí mismo, tiene que salir y no puede esconder lo que siente. La prolijidad de las teclas de Romeo Saporiti se suma a la escena.
Finalmente, “La fiesta (demo)” es la celebración de la persona amigándose con sus fantasmas, esta vez están de su lado: “No puedo escaparle a la profundidad / en mi sombra puedo verme con más claridad”. La guitarra de Ian Caterbona baila con ellos acompañando cada momento.
Tanto los sonidos como la estética del EP recrean un ambiente de terror, al estilo de American Horror Story. Las voces de Palu y de Tomás se lucen armoniosas, hipnóticas, aportando luz entre tanta sombra. Finalmente, la historia del personaje que busca escapar de sus fantasmas pero que al final termina bailando con ellos, es una historia de introspección, de duelo, de crecimiento personal, de expansión. Por eso, podría ser de cualquiera.
La mezcla y la masterización estuvo a cargo de Santiago De Simone, excepto en “Cara de cera”, cuyo mix fue de Juan Cruz Marino.
Podés escuchar La Sombra y más de Plastilina en Spotify.