El dúo cordobés dio su último recital juntos frente a un Teatro Ópera colmado que celebró junto a ellos el camino recorrido.
La noticia se conoció hace tres meses. Aquel 4 de agosto, Santi Celli y Zoe Gotusso anunciaron en sus redes sociales que Salvapantallas se separaba ya que sentían la necesidad de hacer música solos. De ahí en más arrancaron una gira extensa por Argentina -visitando más de ocho provincias, y cruzando la frontera para despedirse en Chile, Paraguay y Uruguay- que finalizó este sábado 2 de noviembre en el Teatro Orbis Opera, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con capacidad para 2500 personas.
Alrededor de las 21 hs ya era difícil encontrar butacas vacías y la espera se convertía poco a poco en ansiedad. Con puntualidad, el telón se levantó y dejó ver un antiguo living lleno de lámparas y un sofá en el que se encontraban los cordobeses. En vez del formato eléctrico que tuvo la gira de SMS, decidieron comenzar el show con intimidad y calma, intentando apaciguar, guitarras en mano, aquellos nervios que pueden aparecer en un último concierto.
Las lámparas de mesa de luz se encendían y apagaban como latidos de un corazón que se emociona, disfruta y se entristece, como confesó Zoe, que se había sentido antes de salir al escenario. Así pasaron “Mil mensajes”, “Vueltas” y “El sur”, una nueva (¿y última?) canción de Salvapantallas con armonía de blues donde Zoe alerta “Voy a pelearme con todo lo que no me va”. Luego de este comienzo, los artistas decidieron dejar un poco la nostalgia y mirar al futuro en sus carreras solistas. Primero fue el turno de Zoe, quien tocó por primera vez en vivo “Calefón” mientras que Santi debutó con “Nada más te parte el corazón”, todavía inédita.
La calidez que irradia la música de Salvapantallas fue una constante en la actitud del concierto. Los susurros al micrófono de la dulce voz de Zoe relajaban a los más de dos mil espectadores, haciéndoles sentir ese cosquilleo positivo en la espalda, como una sinestesia que logra el sonido al penetrar la piel. Toda esa sensación de paz se acrecentaba por la comodidad del dúo (vestidos de blanco) en el sillón principal, que solo se pararon para recibir a Baltazar Oliver, productor de la “Gira Despedida” invitado a tocar el teclado en “Si me voy”, “Todo va a caer” y “El mirador”.
Para la mitad de la noche, Celli y Gotusso dejaron el sofá para pararse en dos banquetas altas bien cerca del público, en lo que seguramente uno podría haber presenciado en sus primeros shows en Córdoba capital. Para revivir la experiencia en su totalidad, el setlist de esta parte fue constituido únicamente por los covers que reventaron YouTube en 2016 y 2017: sonaron “Me haces bien” de Jorge Drexler, “Loco (tu forma de ser)” de los Auténticos Decadentes, “Cómo eran las cosas” de Babasónicos, “Muchacha (ojos de papel)” de Almendra y “Fue amor” de Fito Páez.
Después de esta sección, los Salvapantallas invitaron a Diego Mema y a Manusa Figuerero a sus posiciones de bajo y batería respectivamente para comenzar el acto más potente de la jornada. Zoe Gotusso adoptó su postura de frontwoman y dio el puntapié inicial del set con la onomatopeya rítmica “Chkkp”, track número dos de SMS, su único material de larga duración. “Como antes” y “El mirador” volvieron a sonar, esta vez full band, y siguieron las presentaciones solistas. Santi Celli tocó “Quilombo” (anticipada por Zoe como próxima a salir) y Gotusso hizo lo mismo con su “Monoambiente en Capital”, otro de sus sencillos ya publicados.
Los últimos dos temas antes del gran final fueron el reggaeton pop “Porfa” y el triphopero “R.I.P.”, terminando por tocar casi enteramente su disco. Para hacer el que faltaba se sentaron en la tarima y, al borde de la gente, tocaron por última vez “Me conecto”, originalmente grabada con el artista que tiene las raíces de Salvapantallas, el uruguayo Jorge Drexler. El estribillo de la canción es la síntesis de la banda: el amor y el desamor cruzados con las comunicaciones de la década pasada. La atónita e idealizada nostalgia por la tecnología retro desde una perspectiva millenial que quizás no vivió el apogeo de los mensajes de texto, el MSN Messenger, o alguna vez vio un protector de pantalla en un anticuado monitor pero conoció el amor en su estado más puro.
Los eternos aplausos y ovaciones duraron tanto que forzaron a los cordobeses a volver al escenario a tocar un último tema. Como un homenaje, “La edad del cielo”, originalmente por Drexler, fue la última canción que los Salvapantallas tocaron frente al público. “Rumbos paralelos, dos anzuelos / en un mismo río”, canta el médico uruguayo en la canción que da el nombre a la banda argentina. Así como dijera Luis Alberto Spinetta en 1970 sobre Almendra, Salvapantallas no se divide: se multiplica, y ahora les tocará caminar rumbos paralelos en un mismo río.
📷 Santiago Bianchi